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La crisis hunde las acciones de Ferruzzi de 1.000 a cinco liras

Ferruzzi, devorado por las deudas y una gestión fraudulenta, se hunde en el escándalo. El valor de sus acciones ha caído de 1.000 a cinco liras, apenas 42 céntimos, tras la ampliación de capital de 1,165 billones de liras destinada a cubrir unas pérdidas de más de 120.000 millones de pesetas durante los cinco primeros meses de este año. Ayer, Montedison -su brazo industrial- acordó pedir responsabilidades a los antiguos administradores (Garofano, Carlo Sama, Arturo Ferruzzi v otros).

Las pérdidas registradas durante este año han doblado las pesimistas perspectivas realiza das anteriormente por los nuevos gestores del grupo, nombrados por el banco italiano Mediobanca, en calidad de re presentante de un nutrido grupo, de bancos acreedores.La crisis de Ferruzzi, que ya ha provocado la muerte de Raúl Gardini, antiguo presidente del grupo y autor de su expansión internacional, amenaza con engullir los recursos de la familia de Rávena y provocar la división entre sus miembros. Alessandra Ferruzzi -consejera, de Montedison-, se vio así ayer en la tesitura de votar medidas contra su marido, Carlo Sama, que fue presidente de la sociedad y que no había participado el martes en el, consejo de la sociedad financiera del holding, Ferruzzi Finanziaria (Ferfin), por encontrarse aún bajo arresto domiciliario por el escándalo Enimont.

El Consejo de Montedison conoció también oficialmente que se han descubierto en esta sociedad, controlada en más de un 40% por Ferruzzi, 242.000 millones de liras de pérdidas adicionales, que se unen a los 1,24 billones de liras que ya se conocían. De esta forma, el agujero del grupo en su conjunto es ya de 1,482 billones de liras (unos. 120.000 millones de pesetas), más del doble de lo previsto cuando estalló la crisis. Las dimensiones del escándalo Ferruzzi.se agrandan a cada día que pasa.

Los auditores de la Deloitte and Touche, empresa encargada de buzear en el pozo sin fondo de Ferruzzi-Montedison por el nuevo presidente, Guido Rossi, han localizado nuevas pérdidas provenientes sobre todo, del mercado de cereales, cambios y créditos imposibles de exigir a empresas controladas y hasta ahora desconocidas situadas en Argentina y Egipto.

El déficit se concentra sobre todo en el grupo Aifa Holding, SA, la central de operaciones de compra y venta de cereales de Ferruzzi. Los investigadores han descubierto que concedió créditos incobrables por un total de 60 millones de dólares (unos 8.400 millones de pesetas), provenientes de la cesión de la empresa de: conservas brasileña Memphis a la sociedad luxemburguesa Lei.

Titular desconocido

Asimismo, la firma auditora ha localizado la existencia de depósitos por 103 millones de dólares, más de 14.000 millones de pesetas, realizados por esa sociedad a favor de titulares desconocidos.Cuando el martes el Consejo de Administración de Ferruzzi Finanziaria (Ferfin) decidió reducir el valor de las acciones de 1.000 a cinco liras y la Consob, el organismo regulador de la Bolsa italiana, suspender por tiempo indefinido los titulos Ferruzzi-Montedison, 50.000 accionistas, que habían recibido ya un buen golpe con la crisis del grupo y se habían encontrado con que su inversión había bajado en un 67% desde enero, tenían ocasión de comprender la magnitud de este crack financiero sin precedentes en Italia.

El escándalo es sólo comparable, quizá, al del Banco Ambrosiano de Roberto Calvil y superior al de Generale Inmobiliare, propiedad primero del Vaticano y luego de Michele Sindona, que, entre 1976 y 1978, vio bajar el valor nominal de sus acciones de 250 a 80 liras.

Los accionistas, afirma Adalo Gentile, que lidera a miles de pequeños inversores, están "enfadados, perdidos, desorientados y con miedo", ya que en un año han pasado de sentirse "importantes" dueños del séptimo grupo alimentario del mundo a poseer "un poco de papel que no vale nada".

La situación del grupo Ferruzzi-Montedison es de colapso. El actual presidente, Guido Rossi, ha presentado las nuevas cuentas al Consejo de Administración de Ferfin, que termina su mandato el próximo 31 de agosto, fecha fijada para la asamblea extraordinaria. En esta asamblea los socios tendrán que decidir con toda probabilidad la reducción del capital de un billón trescientos setenta mil millones de liras a 205.000 millones, es decir, casi a un séptimo de la cifra anterior.

Con la devaluación de las acciones, Serafino Ferruzzi y SRL pierde el control del grupo, en el que, aunque empeñada con los bancos, tenía un 44%. Se dará entonces para Ferfin una situación incompatible con la ley: tener más acciones de ahorro que títulos ordinarios (éstos sólo llegarán a 6.000 millones de liras), cuando la ley quiere que las acciones con derecho de voto limitado no superen el 50%.

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