Cuatro sequías críticas en los últimos 16 años

El área metropolitana de Sevilla no cesa de agrandarse. 1.300.000 habitantes se asientan en un amplio radio alrededor de La Giralda. La ciudad bañada por el Guadalquivir cuenta con un embalse nuevo,. el de Zufre, pero sus 168 hectómetros cúbicos de capacidados menos e o que consume anualmente la ciudad- nunca han llegado a acumularse. La sequía lo mantiene vacío desde que entró en servicio.

En un año cualquiera la ciudad anda escasa de reservas. El sistema de embalses formado por Aracena, Zufre, Minilla y Gergal puede albergar 389 hectómetros cúbicos de agua. Nunca se llenan, ni en las mejores condiciones. Andalucía no es la comisa Cantábrica ni los Pirineos, donde en ocasiones hay que desembalsar.

Todo lo contrario. "En los últimos 16 años, Sevilla ha tenido cuatro crisis de sequía aguda", afirma José Luis Prats, gerente de Emasesa. "Las medidas de emergencia decididas por Obras Públicas para tomar agua del Guadalquivir suministran agua, sí, porque el río es inagotable, pero la tercera ciudad de España no tiene garantizados los mínimos de suministro. Dispone de una capacidad de reservas de 138 hectómetros cúbicos, cuando sus necesidades son de 170. 0 gastamos menos agua o se hacen más pantanos", afirma.

Más restricciones

"cada dos o tres años tenemos problemas", se lamenta Prats. El recurso a las instalaciones de emergencia debería ser excepcional porque están pensadas para situaciones como un terremoto o una catástrofe. "Espero que cuando llegue la lluvia no pase al olvido la crónica Sítuación de Sevilla".[Ayer mismo, el segundo teniente de alcalde de Sevilla, José Antonio Hurtado, aseguró que si en otoño no llueve "habrá que plantearse nuevas restricciones", informa Europa Press. Hurtado reconoció: "La potabilidad del agua se está poniendo en peligro"].

Para solucionar el problema, que pone en riesgo a industrias sofisticadas como la construcción aérea, por su exigencia de agua más pura que la del consumo, Prats propone invertir el gasto en agua envasada en construir tres pantanos. Las cuentas le salen: "Somos 300.000 familias. Cada familia consume cinco litros de agua envasada, a 30 pesetas el litro, nos sale 150 pesetas al día por familia. Lo multiplicamos por siete meses y nos 11.000 millones de pesetas. Con esta cantidad podríamos haber construido tres pantanos -a 3.500 millones cada uno- para acabar con las restricciones".

La ecuación de Prats coincide con las operaciones de los ingenieros de presas. Una consultora de obras hidráulicas calcula que un metro cúbico de agua embalsada en presas de hormigón cuesta entre 45 y 94 pesetas, según la dificultad orográfica, y entre 30 y 77 pesetas si el dique es de escollera.