La crisis reduce el consumo un 3,2% en el segundo trimestre

El consumo real de las familias españolas se redujo un 3,26% en el segundo trimestre de este año, según los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares que hizo ayer pública Estadística. Esta caída del gasto -después de descontar la inflación- no sólo afecta los bienes duraderos sino también a las cuantías que las familias destinan al consumo de alimentos, bebidas y tabaco, es decir, la cesta de la compra básica.El descenso de gasto registrado en el segundo trímestre de este año sitúa el nivel de consumo real de las familias españolas en niveles de 1990, tanto para la alimentación como para el resto de los gastos.

Niveles de 1990

El gasto medio en consumo familiar fue de 662.324 pesetas, cifra que se reduce a 415.424 peseta,s si se descuenta la inflación. En alimentación, ese gasto medio fue de 154.711 pesetas sin inflación, de 104.649 peetas. En el resto de consumos o alimenticios, las familias gastaron 507.613 pesetas, quedescontando el impacto de los precios quedan en 310.776 pesetas.Unos niveles de gasto real tan bajos no se producían desde 1990, lo que da idea del impacto de la crisis en las economías familiares. Además, los datos acumulados de los seis primeros meses del año también muestran un descenso del consumo real en comparación a los niveles del mismo periodo de 1992, y un recorte de estas características no se producía desde la anterior crisis económica.

El descenso del consumo es más acusado en los productos no alimenticios pero ha empezado a notarse también en la cesta de la compra básica. Esta caída del consumo tiene su mejor reflejo en el descenso de ventas en grandes almacenes, que hasta ahora eran el sector que notaba con más retraso y menos virulencia el impacto de la crisis.

El 3,26% de descenso global del consumo real se desglosa en una caída del 1,78% para los bienes alimenticios y otra del 3,75% para el resto de la cesta de la compra.