Faena de aliño
La concentración del negocio en los valores más importantes del mercado cuestiona la capacidad de representación de la economía real por parte de esta Bolsa pero, por contra, tiene un efecto beneficioso sobre el índice y consigue arrastrar al resto de valores que, si bien no se mueven por dinero, se acercan de buen grado a la sombra que ofrecen las circunstancias. Al final, el trabajo lo ponen siete u ocho cuidadores y el resto es pura inercia, algo que es posible debido a la situación del índice y a la laguna de datos económicos de primera mano sobre la evolución de la recesión.El indicador del mercado continúa en pleno movimiento lateral ante la ausencia de referencias en la que apoyar una serie de decisiones, sea compradora o vendedora. Todo lo que saben los inversores es que las cosas van mal, que van a ir peor, y que de ello puede deducirse que haga falta bajar los tipos de interés para relanzar la actividad económica. Como la decisión última en esa materia depende del Bundesbank, todo lo que puede hacer la inversión es jugar con las acciones a tres bandas: la paridad del dólar y el precio de las acciones en Nueva York y España.
Los mercados externos se dejaron guiar por las realizaciones de beneficios de Wall Street, aunque ya a media mañana se registraba una ligera recuperación en aquel mercado que limitaba la caída a 15 puntos. Finalmente, subió 9,50 puntos. Madrid cerraba con una ganancia del 0,49%, 1,26 puntos, que le mantiene dentro de la banda del 255%-260%. El Ibex 35 sube un 0,63%.
