Avanza la reforma
La reforma del sistema político italiano avanza imparable y sin sobresaltos, pese a las salidas de tono de la Liga Norte, que acusa al mismísimo jefe de Estado, Oscar Luigi Scalfaro, de bloquear el cambio por medios inconstitucionales, o a los malos augurios de los exponentes de la lucha antimafia que periódicamente advierten sobre atentados con efectos devastadores, incluso en el plano político.Pero al menos hasta ayer, cuando se cumplía el primer aniversario del asesinato en Palermo del juez Paolo Borsellino, la actividad mafiosa terrorista parecía detenida en el ya lejano atentado de Florencia.
La ley de reforma electoral, según criterios impuestos por la DC contra el parecer del PDS, vuelve, entretanto, esta semana a la Cámara de Diputados, para una última lectura que debería conducir a su aprobación antes de finales de mes. Las previsiones de que los propios socialistas y democristianos impedirían la evolución hacia el sistema mayoritario, contra el parecer de las direcciones de sus propios grupos, hasta aquí tampoco se han cumplido.
La aprobación de esta ley marcará, sin embargo, un hito en la transición política, ya que implica el cambio del marco de las alianzas tradicionales entre partidos, pero también la salida del Parlamento de muchos diputados con problemas judiciales, tras unas elecciones que previsiblemente se celebrarán en la próxima primavera y no en otoño.
De ahí que hasta el último momento se pueda esperar algún incidente que dificulte el proceso y que en último término devuelva la reforma del sistema electoral a una comisión bicameral, como ocurriría si ésta no fuera aprobada antes del 9 de agosto.
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