Dos muertos y 46 heridos al arrollar un camión a un autobús en Castellón

Un camión arrolló ayer a un autobús en Vinarós (Castellón) y causó la muerte de dos ancianas y heridas a otras 46 personas, cuatro de ellas muy graves. Las víctimas mortales son Rosa Balaguero, de 73 años, y Francisca Barbé, de 67, que formaban parte de mi grupo de 55 jubilados que regresaban a Almenar (Lérida) después de una excursión a Peñíscola (Castellón).

El suceso se produjo en la carretera nacional 340, a 48,9 kilómetros del lugar donde el pasado lunes murieron nueve personas, en otro accidente, y a 21 kilómetros de Torreblanca, donde hace un año murieron 46 pasajeros de un autobús.El autobús transportaba 55 pasajeros, además del conductor. El accidente se produjo sobre las cuatro de la tarde, cuando el autocar estaba saliendo de la carretera para recalar en un restaurante. El camión llegó por detrás a gran velocidad y golpeó al autobús. El conductor del camión, Francisco Castro, resultó también herido.

El autobús, con matrícula L-4628-J, quedó separado del camión (L-8453-0) unos 30 metros, lo que da idea de la magnitud del impacto. Una de las mujeres que viajaban en el autobús describió así el accidente: "Hemos escuchado un golpe seco, y a volar".

Rosa Balaguero quedó aprisionada en el interior del autocar y murió en el acto. Francisca Barbé falleció cuando era trasladada al hospital.

Los heridos fueron trasladados en primera instancia al hospital comarcal de Vinarós, donde fueron atendidas 46 personas, la mayor parte de ellas con contusiones, roturas y otras lesiones menores. Los cuatro heridos más graves fueron trasladados en helicóptero a centros de Castellón y Valencia.

La mayor parte de los heridos menos graves fueron dados de alta en las últimas horas de la tarde de ayer.

Por otra parte, la compañía aseguradora del camión que presuntamente causó el accidente del lunes en Benicàssim, también en Castellón, depositó ayer el aval de 500 millones exigido por el juez instructor para garantizar las posibles indemnizaciones civiles. El juez encargado del caso fijó otra fianza de un millón de pesetas para que el conductor del camión pudiera eludir la prisión provisional. El camionero pagó la fianza y quedó en libertad.