Alegría en Colombia

MARÍA ISABEL GARCÍALos colombianos amanecieron el jueves con la radio en la oreja. Las principales emisoras transmitieron en directo la 11ª etapa del Tour de Francia en la que Álvaro Mejía mantuvo el segundo lugar en la clasificación general, pisándole los talones al español Miguel Induráin.

En los pedaleos de este escarabajo (escalador de montaña) de 26 años, (de familia de campesinos pobres, nacido en Santa Rosa de Cabal, en el corazón de la zona cafetera, la afición puso su cuota diaria de optimismo.

"Hay que compensar tanta mala noticia y para eso tenemos hoy a Mejía., que se lo está jugando todo", comentó Reinaldo, un mensajero que suspendió momentáneamente su jornada y se recostó en un poste de la luz para escuchar la clasificación: "A ver si tenemos campeón en París".

Las noticias de las emisoras de radio y los diarios alternaron los titulares de apertura entre el segundo lugar que obtuvo Mejía en el Tour y el comienzo de la Cumbre Iberoamericana de mandatarios que se celebra en Salvador de Bahía (Brasil).

Las apuestas

En los cafés del centro de la capital, al calor del primer tinto (café negro) del día, el comentario más reiterado era si Mejía mantendrá el segundo puesto en la que llaman la prueba reina del ciclismo. Se escuchaban también apuestas en metálico a que Mejía superará el hasta ahora principal logro de un colombiano en esa competición: el tercer lugar que obtuvo Fabio Parra en 1988.

Algunos, como Camilo Cepeda, taxista que subió la radio a todo volumen a sus pasajeros, creen que "Mejía puede damos una alegría como la que nos brindó Alfonso Flores cuando pasó por debajo del Arco del Triunfo como campeón del Tour del Porvenir en 1980".

En Colombia el ciclismo es el deporte de mayorías en la zona andina, en cuyas escarpadas montañas se han forjado ídolos nacionales como Martín Emilio Cochice Rodríguez, Lucho Herrera y Fabio Parra. A ellos y a sus caballitos de acero le cantan los compositores que encuentran en estos escarabajos la síntesis del heroísmo de la gente del pueblo.

Gente como Rosendo Mejía, padre de Álvaro, quien lleva varios días madrugando pero no para trabajar en su huerta, sino para sintonizar las noticias que se ofrecen sobre su hijo en el Tour. "Este hijo que es tan bueno y nos dio esta finca que disfrutamos mucho", según le comentó a un reportero de la emisora Caracol, quien se desplazó hasta la zona rural de Santa Rosa de Cabal, donde la familia Mejía sigue al detalle lo que durante estos días ocurre en la ruta de los Alpes.

Hoy [por ayer] los Mejía colocaron la radio en la mesa del comedor y en una suerte de ritual escucharon sin pestañear la narración de la competición en la que Álvaro mantuvo el segundo lugar con un tiempo de 3.23 minutos para los 139 kilómetros del recorrido.

"Me parece una hazaña muy importante aunque no haya podido llegar el primero como muchos esperábamos. Yo creo que Álvaro queda muy bien en el Tour y, desde luego, Colombia también", dijo el padre del ciclista a quien algunos consideran el mejor corredor colombiano de todos los tiempos.

De la misma opinión fue Eduardo Arias, columnista del diario El Espectador, quien cree que Mejía hizo la mejor presentación en una prueba de tipo olímpico que haya logrado algún colombiano al clasificarse en cuarto lugar en el Mundial en ruta de Alemania en 1991, un hecho apenas reseñado por la prensa local que en su momento no le dio la dimensión que merecía.

Arias piensa que junto con Mejía, Oliverio Rincón, quien ayer ascendió al 10, lugar en la clasificación general del Tour, son los colombianos de mejor nivel aunque la crítica deportiva les haya sido desfavorable en algunos momentos porque "en nuestro medio no se tienen en cuenta ejemplos como el de Miguel Induráin, que con sólo 27 años empezó a formar equipo con Pedro Delgado".