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Ni luz, ni agua, sólo bombas

Alfonso Armada

Los más de 350.000 habitantes de Sarajevo, que sufren un dramático cerco desde hace 15 meses, no han perdido todavía el humor, aunque sea negro. Sin agua, ni luz, ni gas desde el pasado mes de junio, los vecinos de la asediada capital de Bosnia todavía son capaces de reírse de su desgracia. "Los judíos de Auschwitz, al menos, tenían agua y gas", comentan con un rictus de amargura.Sometida a continuos bombardeos de los serbios de Bosnia, Sarajevo afronta la escasez de alimentos y la llegada de un nuevo y temible invierno.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados admite que sólo cuenta con dinero y comida para un mes.

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