El Parlamento Europeo aprueba el mayor paquete de ayudas regionales
El Parlamento Europeo aprobó ayer los seis reglamentos de los fondos estructurales, que significan un paquete de ayudas a las regiones menos desarrolladas y a las zonas en reconversiónpor valor de 141.000 millones de ecus (2,1 billones de pesetas) a repartir desde 1994 hasta 1999. El próximo lunes, el Consejo de Ministros deberá rubricar los reglamentos para que el flujo de ayudas no se interrumpa el 1 de enero de 1994.
Persisten todavía algunas dudas sobre el reparto final de más de la mitad del paquete entre los cuatro países llama dos de la cohesión (España Portugal, Irlanda y Grecia), cuestión que puede bloquear de nuevo la aprobación final. Uno de los actos parlamentarios más trascendentes de esta legislatura ha pasado sin pena ni gloria y con una asistencia ínfima de diputados. Fuentes tanto del Parlamento que preside Egon Klepsch como de la Comisión han la mentado el escaso nivel de los debates. Sólo en casos muy aislados los diputados han conseguido resaltar la importancia social y comunitaria del mayor esfuerzo de redistribución y de solidaridad de toda la historia de la CE.
Este cesto estructural (fondos regionales, Fondo de Cohesión y otros fondos), aprobado en el Consejo Europeo de Edimburgo el pasado diciembre para los próximos siete años, contiene 75.000 millones de ecus (11,25 billones de pesetas) en cifras de diciembre de 1992, destinados a los cuatro países de la cohesión (España, Portugal, Grecia e Irlanda). Con la negociación realizada en Edimburgo se conseguió duplicar las ayudas al desarrollo para estos países. El problema que ahora se plantea es que las cuentas que han hecho los cuatro países superan casi en un 10% la cantidad aprobada en Edimburgo.El caso de Irlanda
Irlanda quiere 11.000 millones de ecus (1,65 billones de pesetas). Portugal cuenta con 18.700 millones de ecus (2,8 billones de pesetas). Grecia persigue algo similar. España, finalmente, debería obtener 36.000 millones de ecus (5,4 billones de pesetas) si se aplican los criterios aprobados en Edimburgo. La adición de las pretensiones de los cuatro países supera en casi 8.000 millones de ecus (1,2 billones de pesetas) a la cantidad disponible.El Consejo aprobó unos criterios objetivos de reparto (prosperidad nacional, prosperidad regional, población de las regiones y gravedad de los problemas estructurales, incluido el paro) que favorecen a España y Grecia y perjudican a Portugal e Irlanda. Este último país pide que se considere también como criterio el de la continuidad de las ayudas recibidas entre 1988 y 1993 y amenaza con vetar la firma de los reglamentos en el último momento si no se satisfacen sus reivindicaciones.Fuentes de la Comisión han asegurado que no se conocen los efectos que podría producir un nuevo bloqueo de los fondos en el próximo Consejo de Ministros. La CE no ha aprobado todavía el presupuesto para 1994 y las perspectivas financieras aprobadas en Edimburgo no cuentan con el acuerdo del Parlamento, por lo que no pueden servir para guiar las inversiones en fondos estructurales el próximo año.
Los únicos criterios vigentes son los utilizados para el período 1988-1993, cuando las ayudas se elevaban a la mitad. Las mismas fuentes destacan, sin embargo, que la aplicación de los criterios es responsabilidad última de la Comisión.
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