Los dirigentes de Nueva Izquierda Berga y Palero abandonan el PCE

Los renovadores Francisco Palero y Juan Berga han decidido abandonar el PCE, partido de cuya dirección formaron parte durante años. Palero, uno de los principales dirigentes de Nueva Izquierda, hizo ayer pública su decisión, que ya comunicó hace meses a otros compañeros del partido. Palero, miembro del PCE desde 1968 y en el que llegó a ser secretario de Organización y de Relaciones Internacionales, declaró a este periódico que "sería cínico seguir en un partido cuando uno quiere que el PCE desaparezca como partido".Fuentes renovadores indican que otro de los portavoces habituales de la corriente, Juan Berga, dejó el PCE, de cuya ejecutiva formó parte, el pasado 20 de abril. Berga remitió una carta comunicando su baja al secretario de su agrupación, en Madrid, pero pidiéndole que la mantuviese en secreto hasta después de los comicios.

Estas fuentes añaden que muchos renovadores han seguido desde hace meses una "estrategia silenciosa de abandono" del PCE, sin querer hacerlo público para no dar al sector oficial de IU más motivos para la pugna.

Frente a Anguita

Destacados dirigentes de Nueva Izquierda sostienen, cuando se enfrentan a cambios fundamentales en su futuro, que, la única posibilidad de diálogo con la mayoría que sigue a Julio Anguita pasa porque la corriente demuestre al sector oficial su propia fuerza. Un diputado y dirigente renovador explica que la única salida es que la corriente se convierta en partido, pues "Anguita es el único que podría jugar un papel de árbitro entre los dos sectores y no lo va a hacer. Anguita no va a estar nunca por el diálogo y sólo cuando demostremos nuestra fuerza podremos hallar elementos intermedios para el debate".

Estas fuentes, que prefieren guardar el anonimato, agregan que ello es más necesario cuando, el PCE pretende reforzar su papel en el seno de IU.

Con todo, en Nueva Izquierda no hay unanimidad sobre la idea, defendida entre otros por su líder, Nicolás Sartorius, de ir en septiembre a la conversión de la corriente en un partido.

La creación del nuevo partido, despierta recelos en las federaciones de IU controladas por los renovadores (Cantabria, Galicia, Castilla-La Mancha, Navarra y País Valenciano), que temen conflictos con la mayoría en sus propios territorios. Esquerra Unida del País Valenciano es la federación que ha planteado mayores resistencias, ya que, la mayoría tiene allí un peso de un 40%. Los valencianos, según las fuentes informantes, confían en que se puedan tender puentes entre los dos sectores.

"Algunos van muy deprisa y si hacemos las cosas mal podemos perder el 40% y quedarnos en el 15%", comentan destacados miembros de Nueva Izquierda en relación al peso de la corriente en IU.