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La recesión y las privatizaciones provocan una oleada de recortes de empleo en Francia

Dos empresas estratégicas del sector público francés, Aérospatiale y Bull, acaban de anunciar recortes radicales de sus plantillas. La empresa aeronáutica Aérospatiale, que ya estaba aplicando un plan de despido de 1.145 trabajadores, se propone eliminar otros 2.250 empleos en los próximos 18 meses. En ese mismo período, Bull, el gigante de la informática, suprimirá 2.850 puestos en Francia. Estas dos purgas preceden a las que próximamente comunicarán Air France y Thomson y, probablemente, Renault. La crisis y la perspectiva de privatizaciones originan esta situación.

La recesión económica francesa, según el Consejo Económico y Social (CES), va a ser más profunda y duradera que lo previsto por el Gobierno. Además, el Instituto Nacional de Estadísticas francés (INSEE) ha anunciado que la recesión se traducirá en una caída del producto interior bruto (PIB) del 0,7% este año. Esta cifra contrasta con la previsión del Gobierno, que adelantó un retroceso de sólo el 0,4% hace escasas fechas.En el mejor de los casos, según el CES, "la degradación del empleo sólo comenzará a atenuanse en el primer trimestre de 1994", y no a finales de este año, como prevé el Gobierno. "La amplitud de, la recesión alemana", afirma, "incrementa el riesgo, de una recesión duradera en Francia".

Los patronos de las grandes compañías públicas así lo entienden, Louis Galois, presidente de Aérospatiale, ha apostado por lo peor y ha anunciado un plan de despidos que se añade al que ya estaba siendo aplicado. Un 6% del total de la plantilla. de esta empresa aeronáutica perderá sus empleos. Para los que conserven sus puestos, Galois ha anunciado varias semanas de paro técnico a finales de este año y comienzo del próximo.

Aerospatiale es una de las empresas que serán privatizadas a partir del próximo otoño y su presidente ha recibido instrucciones del Gobierno para "sanearla al máximo" antes de que salga a la venta. Es ése otro elemento que pesa en la actual sangría de las grandes empresas públicas francesas. Bernard Attali, el patrón de Air France, ya ha anunciado que su grupo, que también está en la lista de "privatizables", presentará en fechas próximas un drástico "plan de reestructuración".

Renault, que se fusionará con Volvo antes de ser privatizada, se encuentra en la misma situación. Según Loic Caperan, director comercial de esa empresa, el mercado francés del automóvil retrocederá un 15% en 1993. Merced al éxito del Twingo y el Safrane, Renault padece menos la crisis que los demás fabricantes, lo que no evitará un próximo anuncio de recortes de personal.

Otro gigante público francés privatizable, el grupo de informática Bull, cuyas pérdidas en los tres últimos años se elevaron a 15.000 millones de francos, informó el pasado martes que suprimirá 6.500 empleos antes del final de 1994. Bull, que cuenta con 35.000 asalariados en todo el mundo, repartirá esos despidos en diferentes países. Francia se verá afectada por la pérdida de 2.850 puestos.

El "plan de reestructuración" de Bull ha provocado una profunda emoción en las organizaciones sindicales. La procomunista CGT y la prosocialista CFDT denuncian "la lógica puramente financiera" de las reducciones de efectivos, y piden al Gobierno que detenga "la hemorragia".

La dirección del grupo público "privatizable" Thomson, especializado en electrónica y defensa, informó ayer que evalúa su "exceso de efectivos" en Francia en 1.600 trabajadores sobre un total de 19.900. El próximo jueves, la dirección comunicará al comité de empresa un nuevo plan para suprimir esos 1.600 puestos. En el caso de esta empresa, como en el de la mayoría de las demás, llueve sobre mojado. A finales de 1990, Thomson decidió suprimir 4.000 empleos.

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