La retirada de la inspección de la ONU augura nuevas represalias sobre Irak

La amenaza de un nuevo ataque norteamericano se cernía ayer sobre Irak tras de la negativa de Bagdad a autorizar la instalación de cámaras electrónicas en dos bases de misiles iraquíes en conformidad con resoluciones de las Naciones Unidas. Un equipo de expertos de la ONU, encabezado por el ruso Nikita Smidovich, abandonó ayer la capital iraquí sin anticipar ninguna variante en la posición iraquí."Irak tiene que evaluar la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU que clasifica la postura de Bagdad como una violación de las resoluciones 687 y 707, así como los términos del cese del fuego", dijo Smidovich poco antes de partir a Nueva York vía Chipre. "La situación es bastante seria", agregó.

La crisis de las cámaras va empeorando. La prensa oficial iraquí dijo ayer que Bagdad "no cederá ante la presión y el chantaje" de la ONU, ni aceptará la colocación de cámaras en las bases de prueba de misiles de Yam al Azim y Al Rafali, 65 kilómetros al sur de Bagdad.

Irak tiene autorización de la ONU para seguir produciendo misiles convencionales de corto alcance (160 kilómetros), pero la ONU teme que esas instalaciones puedan ser modificadas para fabricar cohetes de mayor potencia y trayectoria.

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