Los sindicatos exigen a González que su oferta de pacto social respete el Estado de bienestar

Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, líderes de UGT y CC OO, respectivamente, acuden hoy a. su entrevista con el presidente del Gobierno, Felipe González, con el propósito de expresarle su voluntad negociadora y su disposición a asumir sacrificios. Pero también con la determinación de que el pacto social que propone González no cuestione el Estado de bienestar ni recorte la protección social o los derechos de los trabajadores activos y pasivos. José María Cuevas, presidente de la patronal, quien se reunirá con González después de los sindicatos, le pedirá acciones que permitan la reactivación de la economía y la mejora de la competitividad de las empresas, así como una reforma flexible del mercado laboral y cambios en el proyecto de ley de huelga.

González, Redondo y Gutiérrez repetirán hoy, a las diez de la mañana, un encuentro que casi se ha convertido en habitual en los meses de julio. El del año pasado fue un mero cambio de opiniones; el de 1991 sirvió para echar a andar el fallido pacto de competitividad; el de 1986, cuando González propuso discutir Ias cuentas del Reino", no tuvo mayor éxito.En medio de una grave e incierta crisis económica y con 3,3 millones de parados, el diálogo social comienza ahora con una firme voluntad de todos de llegar a acuerdos. Los dirigentes sindicales intensificaron sus encuentros durante la última semana para preparar esta primera conversación. con Felipe González.

Nicolás Redondo y Antonio Gutiérre2: tuvieron ayer un último contacto para estudiar cómo presentan al presidente del Gobierno los compromisos pendientes: los proyectos de ley de huelga y de salud laboral, y el derecho a la negociación colectiva de los funcionarios.

El propósito de los dos líderes sindicales es que esos puntos no se conviertan en un obstáculo insalvable ara el diálogo, y la hipótesis que manejan es plantear al presidente que el proceso de negociación ganaría credibilidad si él se comprometiese a cumplir los pactos anteriores.

Diferencias en el PSOE

Además, le recordarán que están recogidos en el programa del PSOE y le comunicarán que no creen procedente renegociar el proyecto de ley de huelga pactado con el PSOE en noviembre pasado. Los socialistas siguen divididos sobre el proyecto. José María Mohedano, nuevo secretario general del grupo socialista, advertía ayer sobre la posibilidad de que el proyecto no se apruebe sin modificaciones. "Ninguno de los proyectos pendientes de la anterior legislatura es inmutable", dijo a Europa Press.

Pero José Barrionuevo, miembro de la ejecutiva del PSOE y uno de los negociadores del proyecto, le daba réplica inmediata en la Cadena SER: "Felipe González ha insistido en que nosotros vamos a presentar el texto tal y como fue aprobado en el Senado. Además, es una de nuestras ofertas electorales".

Además de resolver la incógnita del proyecto de ley, los sindicatos quieren saber si el jefe del Ejecutivo está de acuerdo con reactivar el crecimiento económico, condición imprescindible, en su opinión, para detener la destrucción de empleo.

Una de las mayores preocupaciones de Redondo y Gutiérrez es que con el pacto social no se intente poner en cuestión el Estado de bienestar. Los sindicalistas han detectado entre sus bases y los trabajadores la conciencia de que se necesita un acuerdo, pero también el temor a que éste suponga una merma de la protección social, de las pensiones, los salarios, los derechos de los trabajadores y, además, mayores facilidades para el despido.

UGT y CC OO tienen muy presentes los recortes de gastos sociales decididos la semana pasada por los gobiernos de centro derecha de Alemania y Francia. Tampoco son ajenos a las fuertes presiones de los empresarios españoles sobre Felipe González y Narcís Serra para que apliquen un tijeretazo en los presupuestos de 1994. El primer sondeo, una posible reducción de medio billón de pesetas en el gasto público, ha sido desmentido. Pero ni Redondo ni Gutiérrez olvidan que en la campaña del PSOE siempre se expuso la necesidad de un "ajuste" económico.

Aun así, el despido es el punto en el que existe una posición más clara de rechazo en CC OO y en UGT. Ésta puede ser la cuestión que ofrezca mayor controversia en una eventual negociación. Si no se logra una salida consensuada en relación con el despido, la patronal y los sindicatos creen que será complicado discutir la reforma del mercado de trabajo.

El reto del despido

Para la CEOE, la reforma del despido es clave. Y así se lo planteará hoy José María Cuevas a Felipe González en el encuentro previsto para las seis de la tarde. Los empresarios aceptarían revisar las modalidades de contratación temporal -la entrada en el mercado de trabajo- sólo si se facilitasen los mecanismos de salida -el despido- Cuevas también dejará claro su frontal rechazo al proyecto de ley de huelga, que no incluye los criterios de la patronal.

Por lo demás, Cuevas acude a la Presidencia del Gobierno a escuchar a González y a decirle que lo más importante para afrontar la crisis es tomar medidas para reactivar la economía, mejorar la competitividad, impulsar la inversión privada y aplicar un estricto rigor -los temidos recortes- en el gasto público.

Cuevas y los dirigentes de CEOE no han ocultado estos días su total escepticismo ante el inminente diálogo social. Si han accedido a mantener hoy una reunión con González es porque se les ha garantizado que se trata de una primera toma de contacto, necesaria para detectar la disposición a negociar de todos los interlocutores sociales.