Francia crea una policía para controlar la inmigración

Charles Pasqua, ministro del Interior francés, acaba de anunciar la creación de una dirección de la policía encargada del "control de la inmigración y la lucha contra el empleo clandestino". Esa nueva rama policial se basará en la ya existente Policía del Aire y las Fronteras, que cuenta con 5.300 funcionarios. Al mismo tiempo, Pasqua ha confirmado que su objetivo no es sólo impedir la entrada de nuevos inmigrantes, sino reducir de modo paulatino el número de los ya existentes en Francia.El entusiasmo con que Pasqua se dedica a cerrarías puertas de Francia a los extranjeros no miembros de la Comunidad Europea, y las medidas que impulsa para hacerles la vida más dura a los instalados en el país, provocaron a comienzos de la pasada semana la primera minicrisis en el seno del Gobierno de centroderecha de Edouard Balladur.

Dos ministros centristas, Simone Veil y Pierre Mehaignerie, pidieron la retirada de uno de los artículos de la ley propuesta por Pasqua sobre control de la inmigración, ya aprobada en la Asamblea Nacional. El Senado, tal como le había pedido Edouard Balladur, que tomó el partido de los ministros centristas, acaba de descafeinar ese controvertido artículo sobre control de identidad de los extranjeros. No se autoriza a la policía a hacer la distinción entre franceses y extranjeros a la hora de controlar la identidad, pero se exige a estos últimos que lleven de modo permanente encima su permiso de residencia.

El objetivo de Pasqua es reducir la inmigración legal actual, que asciende a unas 100.000 personas al año, "a 50.000, sin que esto suponga un atentado contra la vocación de Francia como país de asilo".