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El alcalde de Móstoles dimite por segunda vez en tan sólo cuatro meses

El alcalde socialista de Móstoles, José Baigorri, anunció ayer su dimisión, aseguró que es irrevocable y explicó que no le ha respaldado su partido, el mismo que le instó a volver cuando presentó su renuncia el 19 de febrero pasado. Baigorri, cuya figura se tambaleó al saberse que compatibilizaba su sueldo con una pensión de invalidez, reconoció ser el problema de la ingobernabilidad del segundo municipio de Madrid (Móstoles tiene 190.000 habitantes).

El enfrentamiento político entre el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Móstoles, formado por el PSOE y por la coalición IU, se recrudeció tras la primera dimisión de José Baigorri. El regidor socialista huyó de la alcaldía el 19 de febrero, "por presiones de sus compañeros", y aterrizó a los cuatro días en el cargo por orden del partido como única alternativa para apaciguar la batalla que originó su espantada el mismo día en que sé iniciaban los carnavales.Sin embargo, en cuatro meses Baigorri se ganó más enemigos, tanto dentro como fuera del partido, que ahora no ha respondido a sus llamadas de auxilio.

El alcalde de Móstoles, abatido y nervioso como ya era habitual últimamente, aclaró que esta vez no se va a repetir la historia, ya que con su marcha definitiva se van a acabar los duros enfrentamientos de los socialistas de la localidad.

El primer edil de Móstoles aseguró ayer que su mayor error fue ocupar de nuevo la alcaldía tras su primera dimisión. A la vez, señaló que lleva pidiendo, sin encontrar respuestas en el partido, una solución a la batalla interna que existe entre los socialistas de Móstoles.

Guerra letal por el cargo

José Baigorri no supo calcular el alcance de su movimiento de febrero. Sólo durante el primer fin de semana tras la decisión adoptada se organizó una guerra letal por el cargo, que ocupó momentáneamente, a su pesar, su máximo enemigo, José Luis Gallego.Después de cuatro días de agonía política, el partido obligó a Baigorri a ocupar de nuevo el cargo de alcalde al considerar que era la única persona que podía serenar los ánimos de nuevo.

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Baigorri, tras su vuelta, tomó varias decisiones que volvieron a encender la crisis en el PSOE de Móstoles. Primero destituyó a José Luis Gallego como primer teniente de alcalde y portavoz del PSOE y luego echó del Ayuntamiento a varios cargos de confianza y militantes del PSOE que eran afines a Gallego. Estos pasos fueron ejecutados, según el propio Gallego, sin el beneplácito del partido, y provocaron que concejales que apoyaban a Baigorri pasaran a criticar a un hombre que ya estaba tocado políticamente tras el escándalo, aireado a finales del pasado año, de que compatibilizaba su sueldo con una pensión desde hacía tres años.

Algún miembro del equipo de gobierno, indignado por la venganza política de Baigorri, empezó a entorpecer su labor. Además, Izquierda Unida, que gobierna en coalición con el PSOE en Móstoles, empezó a criticar agriamente a Baigorri, que comenzó a comentar a sus más allegados que otra vez estaba cansado de aguantar golpes y golpes sin que nadie le apoyara.

José Luis Gallego comentó ayer que el alcalde, tras dimitir' volvió al puesto con las ideas equivocadas. "Pensó que tenía plenos poderes para hacer cualquier cosa, pero estaba claro que el partido no podía consentir que se acentuaran los problemas, y en esta ocasión no ha contestado a sus peticiones de ayuda", aseguró Gallego, quien volverá a ocupar el puesto de alcalde provisional.

"Lamento que tras 14 años de trabajo se me recuerde como el alcalde que vino, se fue, volvió y se marchó hasta nunca jamás", dijo ayer Baigorri.

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