La elección de Solchaga prolonga la polémica

La elección del ministro de Economía en funciones, Carlos Solchaga, como responsable del Grupo Parlamentario Socialista originó ayer una reacción en cadena de declaraciones. El propio Solchaga dijo en el Congreso que sólo en los partidos que es tán vivos se produce el debate.Tras reconocer que sobre sudesignación "hay división de opiniones" dijo que esto no significa que haya discrepancias en el partido y menos aún que no se respetará la disciplina de voto en el grupo parlamentario.

Para el presidente de la Comunidad de Madrid y destacado renovador, Joaquín Leguina, los guerristas han planteado batalla porque no han entendido el mensaje de González, al contrario que la gente, que sí entendió, cuando votó al PSOE el pasado 6 de junio, "que son necesarios nuevas formas de hacer política". En su opinión, las discrepancias entre renovadores y guerristas responden a dos formas de entender la política y señaló que el pasado lunes no se votó por Solchaga o por Martín Toval por ellos mismos, sino "por los espacios de poder dentro del PSOE".

Dentro del sector de los socialistas madrileños, Teófilo Serrano, fue más allá al afirmar que la actual Comisión Ejecutiva Federal "ha llegado al final de su mandato" y pedir la celebración, cuanto antes, del congreso del partido.

En una línea similar, el senador y ex alcalde de Madrid, Juan Barranco, resaltó la evidencia de que el partido está dividido y que se ha producido una "fractura" en la ejecutiva. Por contra, el responsable de los socialistas valencianos, Joan Lerma, optó por no ser tajante, aunque dijo: "Sólo existe una posición diferente sobre quién tenía que ser el portavoz y en muchas otras cosas".

El presidente del Senado, Juan José Laborda, aseguró que Carlos Solchaga tiene más votos que los expresados en la votación y auguró que quienes votaron a favor de Martín Toval se "incorporarán" a la candidatura del ministro de Economía. No piensa lo mismo el responsable de los socialistas cántabros, Jaime Blanco, para quien Solchaga no es la persona más adecuada para dirigir el grupo por la imagen que proyecta al exterior.

La reacción más esperada, la del vicesecretario general, Alfonso Guerra, decepcionó por lo escueta: "Se pueden seguir los procesos normales", dijo al ser preguntado sobre un posible adelanto del congreso. A todo lo demás declinó responder.