Los socialistas ofrecen al PNV un puesto en la Mesa del Congreso despues de pactarlo con IU
El PSOE mantenía ayer negociaciones a tres bandas, y hasta el último minuto para determinar la composición de las mesas del Congreso y del Senado, que se constituyen hoy.Tras haber apalabrado con CiU e IU un acuerdo por el que Félix Pons y Juan José Laborda conservan las presidencias de ambas cámaras, los socialistas todavía dialogaban anoche con el PNV en una sorprendente operación que dejaría fuera del reparto a la formación de Julio Anguita. Por su parte, los populares, incapaces de encontrar apoyos para desbancar a Pons y Laborda, presentarán hoy sus propios candidatos.
Eduardo Martín Toval, presidente y portavoz del Grupo Parlamentario Socialista durante la pasada legislatura, apuró ayer su interinidad cerrando a mediodía un pacto con Convergéncia i Unió y con Izquierda Unida. Pero horas más tarde algunos dirigentes socialistas consideraron "una provocación" que el candidato de IU para la Mesa del Congreso fuese Antonio Romero, que durante la pasada legislatura se distinguió por su agresividad verbal contra el PSOE.En consecuencia, la negocia ción volvió a abrirse por la tarde, cuando el PSOE se replanteó la posibilidad de que fuese el PNV y no IU quien entrase a formar parte de la Mesa del Congreso., Al filo de las 20.00, Carlos Solchaga, una vez elegido nuevo presidente del grupo parlamentario, advertía: "Estamos negociando y habrá que ver quien ofrece más garantías". Una hora después, un alto cargo socialista, daba como "muy probable" el pacto con los nacionalistas vascos en detrimento de Izquierda Unida. La incógnita se des pejará esta mañana.
Si el acuerdo se cerrase finalmente con el PNV, Izquierda Unida quedaría excluida de la Mesa del Congreso, y los nacionalistas vascos ocuparían su lugar, aunque carecerían de representante en el Senado, con lo que el PSOE tendría en la Mesa de la Cámara alta tres miembros.
Además de Félix Pons en la presidencia del Congreso, el PSOE contaría con Josep Beviá, hasta ahora secretario general del grupo, que sería el vicepresidente primero. El tercer socialista en la Mesa de la Cámara baja sería la diputada andaluza Milagros Frías.
El Partido Popular se quedaría con los cuatro miembros que le corresponden de acuerdo con los 141 diputados que ha obtenido para esta legislatura. Federico Trillo y Juan Carlos Aparicio repetirían su adscripción a la Mesa de la Cámara, pero los populares tienen previsto incorporar dos nombres nuevos para esta función: Luis Ramallo y María Fernando Rudi.
En definitiva, el PSOE, además de la presidencia, tendría la primera vicepresidencia y una secretaría; el Partido Popular dos vicepresidencias y dos secretarías; CiU optaría a otra secretaría, y la cuarta sería para Izquierda Unida o el PNV, según se cierre la negociación.
En el Senado, cuya Mesa la integran siete miembros, la proporción sería la misma, de manera que el PSOE se quedaría con dos miembros, salvo que un pacto con el PNV llevase a los nacionalistas vascos a la Mesa del Congreso, con lo que el PSOE mantendría tres plazas en la Mesa del Senado.
El presidente del Senado será Juan José Laborda, y el primer secretario, Manuel Aguilar. CiU obtendría la primera vicepresidencia, que sería para Joan Rigol. José Miguel Ortí Bordás, del PP, sería el segundo vicepresidente; José María Hernández Cochón y José Cañellas serían secretarios, por el PP, y Pello Caballero, del PNV, tendría la otra secretaría si prosperase el pacto del PSOE con IU en el Congreso. Dirigentes de la presidencia de IU y miembros de su grupo parlamentario consideraban anoche "una barbaridad" la pretensión socialista de romper el acuerdo de principio alcanzado con Martín Toval. Estos medios recalcaron que el compromiso con el anterior presidente del grupo socialista está firmado y que Martín Toval dejó claro que contaba con el visto bueno del propio Felipe González, informa Javier Rivas.
Las fuentes apuntaron que si, en la reunión que representantes de IU y del PSOE mantendrán esta mañana, los socialistas consuman su intención de dejar a IU fuera de la Mesa del Congreso, los 18 diputados de esta formación no votarán la candidatura de Pons a la presidencia del Congreso ni la investidura de Felipe González.
Mano tendida del PP
El portavoz parlamentario del PP, Rodrigo Rato, admitió ayer el fracaso de las negociaciones que su partido. mantenía con representantes de CiU y de Izquierda Unida para desbancar al PSOE en las presidencias del Congreso y del Senado. En consecuencia, los populares han optado por presentar hoy por su cuenta dos candidatos -posiblemente Federico Trillo y Alberto Ruiz Gallardón-, para enfrentarlos a los socialistas Félix Pons y Juan José Laborda en el Congreso y el Senado, respectivamente. Dado el acuerdo entre los demás grupos de las cámaras, la iniciativa es testimonial.
Con este gesto, el partido que preside José María Aznar pretende advertir al presidente del Gobierno, Felipe González, de que los más de ocho millones de votos y 141 escaños del PP no van a ser "figuras decorativas". En su reunión de ayer, la comisión permanente de los populares reprochó a González su íntención de "reeditar el bloque constitucional para aislar al PP y dividir a Izquierda Unida". Según José María Aznar, el presidente del Gobierno debería haber aprendido de las elecciones del 64 ("los partidos del bloque [nacionalistas y CDS] se mantuvieron o perdieron votos", dijo) para no repetir el "error" de obviar la realidad del Parlamento.
En esta línea, el Partido Popular ha decidido ratificar su oferta de "mano tendida" para llegar a acuerdos concretos con el Gobierno en "los asuntos más graves de la crisis española". Sin embargo, los populares admiten que hasta la fecha no se ha producido ningún contacto entre González y Aznar para estudiar esta cuestión, ni entre otro tipo de interlocutores.
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