Hacienda tramitó hasta el mes de mayo 100.000 aplazamientos de pago, casi igual que en todo 1992

La crisis económica acaba por contaminar todo el sistema y Hacienda no podía ser menos. Un indicador de las dificultades de tesorería por las que atraviesan las empresas son las peticiones para el aplazamiento del pago de impuestos. En los cinco primeros meses del año se han alcanzado las 99.971 solicitudes, frente a las.28.800 del mismo periodo del año anterior y las 107.212 de todo 1992. Los incrementos más importantes se han producido en el impuesto sobre el valor añadido (1 10,61/o de aumento sobre el mismo periodo del año anterior) y el impuesto sobre la renta (38,7% de incremento).

Los aplazamientos de pago a Hacienda se utilizan sobre todo por las empresas a la hora de hacer frente a las autoliquidaciones, es decir, para el ingreso de las cantidades retenidas a sus trabajadores y del IVA en periodo de pago voluntario. Los tesoreros han utilizado cada vez más este procedimiento desde que en el año 1990 se aprobó el nuevo reglamento de recaudación que abrió la mano a este nuevo sistema.Hasta ahora, la fórmula ha resultado ventajosa para las empresas porque el tipo de interés que aplica Hacienda es inferior al de mercado; en concreto, un 1,2% de la cantidad aplazada más otros dos puntos de coste del aval. Ahora que los tipos de interés han iniciado un goteo a la baja, la estimación de Hacienda es que la avalancha de solicitudes puede remitir, porque los costes se equiparan sobre todo en el corto plazo.

De momento, sólo en los cuatro primeros meses de este año se ha rozado ya toda la cantidad de solicitudes registrada el pasado año. Así, frente a las 107.212 peticiones de aplazamiento de pagos de todo 1992, hasta el mes de mayo de este año se han contabilizado 99.971 por un importe de 170.000 millones de pesetas. En el mismo periodo del año anterior se plantearon 28.800. En los 170.000 millones aplazados,se incluyen 36.000 millones de pesetas que los contribuyentes no ingresan porque lo compensan con deudas contraídas por el Estado.

Los incrementos más espectaculares se han producido en el impuesto sobre el valor añadido (un 110,6% más de solicitudes que en los cuatro primeros meses del año anterior) y en el impuesto sobre la renta (un 38,7% de aumento). Estos datos explican, en parte, que la recaudación por ambos impuestos haya disminuido significativamente hasta el mes de mayo (un -5,4% en el IVA y un -4% en renta).

Sobrecarga de trabajo

La mayor parte de las solicítudes se conceden, según Hacienda, si bien la práctica normal es que se recorten los plazos que se solicitan. Por lo general, Hacienda intenta obtener el ingreso en el ejercicio en curso, aunque se puede llegar hasta los dos años. Según las mismas fuentes, el problema se plantea a la hora de tramitar este cada vez mayor número de expedientes, ya que cada uno requiere un trabajo burocrático considerable. Para ello Hacienda cuenta con unos efectivos de 3.700 personas en toda España, prácticamente los mismos que tenía el pasado año para un volumen de trabajo bastante inferior.Además, la mayoría de las peticiones son relativamente pequeñas. Según los datos del primer cuatrimestre, el 97% de las solicitudes de aplazamiento se hacen sobre cantidades inferiores a los 25 millones de pesetas y éstas representan el 50% del importe total. El restante 3% representa el otro 50%.