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Miles de policías y militares retirados no jubilan sus pistolas

200.000 madrileños guardan armas en casa

Francisco Peregil

Un legionario en reserva activa mató a su hijo la pasada semana cuando éste pretendía entrar en casa. El caso del militar jubilado que mata a alguien con una pistola que ninguna autoridad le retiró en su momento se convierte en uno más de los que han ocurrido en España en los últimos años, y que han protagonizado también policías o guardias civiles retirados. En Madrid, más de 10.000 antiguos integrantes de un cuerpo armado conservan aún la pistola que les acompañó en su profesión. Por ello, el Ministerio, de Defensa pretende restri1ngir el acceso a las armas para los que se retiran.

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Casos para olvidar

Hace unas noches, el que fue destacado miembro del Gobierno hasta hace poco oyó pasos por su casa. Su esposa y tres hijos dormían. Se levantó sin echar mano de la Smith & Wesson y encontró a un hombre con un puñal en la cocina. "Váyase ahora mismo", le ordenó. Y el otro se fue sin plantar cara, sin saber siquiera que en la mesilla de noche del político dormía un arma. Al día siguiente, el ex ministro acudió a la calle de Guzmán el Bueno, al cuartel general de la Guardia Civil de Madrid.Todas las armas han de pasar revisión por allí. A él le correspondía renovar su licencia B dentro de un mes. La B es la autorización que se destina a los particulares (magistrados, delegados del Gobierno, políticos ... ) cuya actividad pueda entrañar cierto riesgo. Pero no la renovó. "Tómenla [la pistola de segunda mano podría costar unas 60.000 pesetas], tírenla, hagan con ella lo que deseen; yo no quiero ni verla".

"Y lo hizo así", explica un coronel de la Guardia Civil, "porque sabía que si llega a coger el arma podría haber arruinado, su vida. Lo mismo haré yo cuando me. retire. Aunque el guardia haya trabajado lustros en la lucha antiterrorista, o precisamente por eso, debe renunciar al arma. Si alguien quiere matarle, le matará".

No es ése el caso de la mayoría de los miembros de la fuerzas de seguridad: 1.800 guardias civiles retirados en Madrid, 5.256 militares de Tierra, 1.986) del Aire y 3.026 de la Armada conservan en su mayoría el arma reglamentaria.

Informática en desuso

Este periódico preguntó al gabinetede información de la Guardia Civil cuántos militares, policías o guardias retirados han renunciado a sus armas y a cuántos se las han retirado sus superiores. No lo sabían. Los guardias civiles alegaron que deberían crear un sistema informático nuevo, pero que les constan que son muy pocos los que renuncian a ella.El Cuerpo Nacional de Policía, por desconocer algo, desconocía incluso el personal que se encuentra en segunda actividad dentro de la Comunidad Autónoma de Madrid. Necesitarían crear otro sistema informático nuevo, adujeron también los policías.

En cualquier caso, los agentes pasan a segunda actividad entre los 55 y los 58 años de edad. A partir de ese día han de presentar cada año su arma en la comisaría del distrito en que vivan.

La mayoría de los 21 comisarios de distrito de Madrid aseguraron a este periódico que realmente son muy pocos los compañeros que deciden entregar el arma. Uno de ellos indicaba que aún no se había planteado la cuestión, pero agregó que está claro para él que las pruebas psicofísicas deberían endurecerse en vez de ser superadas en centros privados como un mero trámite.

Enemigos

Otro comisario decía que él nunca se iba a desprender de ella. "Si hay por ahí algún guardia civil dispuesto a hacerlo, será porque en su despacho no está corriendo ningún riesgo ni enemistándose con alguien"."Si se corre riesgo, la posesión de una pistola agrava más las cosas a veces", objetó el citado coronel de la Guardia Civil. "Mi hÍjo", añadió, "está haciendo la mili de conductor de un general, y yo sé que, si sufre un atentado, el arma no le servirá de nada".

El nuevo reglamento sobre armas que entró en vigor el pasado 5 de mayo otorga al Ministerio de Defensa la posibilidad de retirarle el arma a sus funcionarios cuando se retiren. Para ello ha contemplado un periodo de adaptación de dos años.

Los redactores de la norma indicaron que la idearon con el criterio restrictivo de reducir el número de percances como el del legionario que mató a su hijo. No ocurrirá lo mismo con la Guardia Civil y la policía.

Por si no bastara con los policías y militares retirados, muchos particulares se cargan de armas en casa, muchas de ellas sin licencia.

Tal fue el caso de un hombre de 36 años detenido esta semana. Vio desde su casa a cuatro jóvenes hurgar en un coche, echó mano de una de sus siete armas y les asestó dos balazos a dos de ellos.

En la Comunidad de Madrid hay 206.618 licencias de armas, 50.000 más que en Barcelona y decenas de miles más que en comunidades como el País Vasco (114.361 licencias), Extremadura (86.355) o Castilla-La Mancha (180.480 licencias).

En cuanto a vigilantes de seguridad armados, Madrid se encuentra, con sus 19.990 licencias tipo C, para vigilantes de seguridad armados, por encima de todas las demás comunidades autónomas de España.

Aun así, la normativa es mucho más estricta para los vigilantes que para los policías, militares o guardias civiles retirados. Mientras que el vigilante de se guridad no puede llevar el arma fuera de servicio y ha de entre garla a su empresa cada vez que quede desempleado, los otros, una vez retirados, pueden portar un arma en cualquier momento, ebrios o borrachos. Por ahora, la normativa no se lo impide. Y cuanto mayor sea el rango del militar, mayor es el número de licencias a las que puede acceder.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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