El voto contra González deja malherido al guerrismo

La derrota del aparato del PSOE frente a su secretario general, Felipe González, en la votación celebrada el viernes en la comisión ejecutiva socialista para nombrar al presidente del grupo parlamentario, coloca a ésta al borde de su desalojo. Desde el sector guerrista se matiza que la votación no fue dirigida contra el secretario general, Felipe González, sino contra su candidato, Carlos Solchaga. Sin embargo, desde el sector renovador no cabe duda de que el aparato del partido ha quedado desautorizado y que no es posible prolongar por mucho tiempo una comisión ejecutiva que ha votado contra una propuesta del secretario general para un cargo clave en la dirección socialista, como es el presidente del grupo parlamentario.

El ex ministro Joaquín Almunia se mostró ayer partidario de que no se dilate la convocatoria del próximo Congreso del PSOE, que es el órgano con capacidad para renovar la comisión ejecutiva, y se inclinó por celebrarlo en noviembre.El partido socialista rompió ayer una. regla de oro al tener que someter a votación una propuesta de su secretario general, Felipe González, la del nombramiento de Carlos Solchaga como presidente del grupo parlamentario, por la oposición del vicesecretario general, Alfonso Guerra, y del núcleo principal del aparato. La derrota de este último -13 votos frente a 15 y una abstención- en su primer enfrentamiento culminado en una votación le coloca en una situación crítica.

Felirie González defendió ante la comisión ejecutiva la candidatura de Carlos Solchaga como presidente, José María Mohedano como secretario general, y Carlos López Riaño, como secretario general adjunto, de manera muy sucinta.

Alfonso Guerra, frente a su Costumbre habitual de postergar su intenención al final del debate, planteó inmediatamente que él tenía la propuesta de continuidad de Eduardo Martín Toval. A partir de ese momento se abrió un debate en el que participaron los 29 miembros asistentes a la reunión y que se prolongó durante tres horas y media, dos más de las previstas. Martín Toval pidió permiso para permanecer en la reunión, aunque manifestó que no tomaría la palabra.

La mayoría de los defensores de la propuesta de González puso el énfasis en sacarla adelante por proceder del secretario general del, partido, pero no por la figura que promovía como presidente del grupo. En esa línea se situaron Ludolfo Paramio, José Bono, Raimon Obiols, Manuel Chaves, Jerónimo Saavedra, Josep Sala, Antonio García Miralles, Carmen Hermosín y Ramón Aguiló.

Política socialdemócrata

Sólo el ex ministro de Educación José María Maravall y el titular de Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, plantearon la defensa de Solchaga. Ambos llamaron la atención sobre la contradicción que planteaban los críticos de Solchaga al atacarle, cuando ellos mismos, en el balance de 10 años de Gobierno socialista y durante la campaña electoral, habían defendido que la política económica ha sido socialdemócrata. "Algo tendrá que ver en ello quien ha sido ministro de Economía ocho años", dijeron.

Pero al margen & las simpatías o antipaltías que suscita la figura de Solchaga, el núcleo del debate en la ejecutiva se centró en aceptar o no una propuesta del secretario, general. En esta parte del debate bregaron fuerte a favor de la propuesta de González Alejandro Cercas, José Bono y Josep Maria Sala. Su argumento principal fue que no se podía rechazar la primera propuesta de renovación que hacía el secretario general después de haber ganado las elecciones con la promesa del cambio sobre el cambio. A su juicio, la trascendencia política de un rechazo a esta propuesta era muy grave.

El campo de la oposición a la propuesta de Felipe González lo presidió Guerra. Mantuvo la tesis de que el cambio sobre el cambio no tiene por qué pasar por la renovación de cargos que, como Martín Toval, a su juicio, lo han hecho bien. También manifestó que Solchaga no es el cambio sino la continuidad y se preguntó por qué no se renuevan otros cargos como el candidato a la presidencia del Congreso, Félix Pons, que González había vuelto a proponer.

Txiki Benegas, en una de sus intervenciones, afirmó que Carlos Solchaga dividía al Grupo Parlamentario Socialista. Pero fue la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, la que mantuvo un tono más duro. Se preguntó qué significaba el cambio sobre el cambio, el lema de Felipe González durante la campaña, e insistió en que no tiene por qué asumir una propuesta por el hecho de proceder del secretario general.

González, que intervino poco en el debate, insistió en su propuesta. Argumentó que si la comisión ejecutiva asumía la propuesta no tenía por qué dividirse el grupo parlamentario y, en referencia a quienes se preguntaron qué es el cambio sobre el cambio, replicó que son "de los pocos que no se han enterado, porque nueve millones y medio de votantes españoles del PSOE lo saben".

El presidente del partido, Ramón Rubial, preguntó si había posibilidad de consenso en torno a la propuesta del secretario general. Al no retirar Guerra su propuesta alternativa, Rubial pidió la votación, a mano alzada. Votaron con Felipe González todos los dirigentes territoriales representados en la Comisión Ejecutiva del PSOE -Manuel Chaves, José Bono, Raimon Obiols, Josep Sala, Jerónimo Saavedra, Antonio García Miralles, Josefa Frau, Carmen Hermosín y Ramón Aguiló-, además del ministro para las Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, el ex ministro José María Maravall; Alejandro Cercas y Ludolfo Paramio. Votó en contra el núcleo del aparato: Alfonso Guerra, Txiki Benegas, Elena Flores, Francisco Fernández Marugán, Salvador Clotas, Abel Caballero, José Félix Tezanos, Josefa Pardo, así como la ministra Matilde Fernández, Enrique Múgica, José Acosta, Soledad Domínguez y Ramón Rubial, que votó en último lugar. Se abstuvo Carmen García Bloise, quien, en unas declaraciones a Europa Press televisión, comentó ayer: "Hay que dar a Solchaga cien días para que nos demuestre lo que es capaz de hacer".

José Angel Fernández Villa, internado en un hospital de Oviedo, declaró ayer que hubiera votado en contra de la propuesta de Solchaga en caso de haber asistido a la reunión, informa Javier Cuartas. La votación hubiera sido entonces de 14 en contra y 15 a favor.