El Ejecutivo defenderá en la crisis de Ferruzzi la credibilidad de Italia

"El grupo Ferruzzi es el segundo conglomerado industrial italiano, y sus actividades tocan aspectos estratégicos para el país. Por ello, es urgente intervenir, no sólo en favor de los intereses del grupo, sino sobre todo para evitar los riesgos de credibilidad en que puede incurrir el sistema Italia", afirmó ayer el ministro italiano del Tesoro, Piero Barucci, al informar al Parlamento sobre el desarrollo del caso.Esta preocupación prevalente se justifica por el dato, revelado también por el ministro, de que la deuda de Ferruzzi con bancos extranjeros se eleva a 6,5 billones de liras (unos 550.000 millones de pesetas), que representan más de un quinto sobre los 31 billones de liras en que se cifra la deuda total del segundo grupo privado italiano. "No se trata de un crack financiero ni de una quiebra industrial, ya que las industrias [de Ferruzzi] son incluso eficientes y rentables, aunque demasiado endeudadas", añadió Barucci.

"Espero", dijo el ministro, "que las medidas adoptadas por los bancos puedan conducir al relanzamiento del grupo, evitando tanto el nerviosismo y la preocupación excesiva". Barucci aseguró igualmente que la crisis del grupo de Rávena en ningún caso concluirá con su asunción por el Estado.