Al Ayuntamiento le faltan 361 millones pagados por los contribuyentes
En las arcas. del Ayuntamiento de Madrid faltan 361 millones de pesetas desde hace siete años. Y lo peor es que nadie dice tenerlos ni hay visos de que vuelvan al lugar donde los depositaron los contribuyentes madrileños. El fiscal tampoco sabe con certeza dónde están, pero sí cree saber quiénes se apropiaron de los millones. Y da nombres: Fermín Merino Rodríguez, recaudador municipal; su hijo, Francisco, Merino, y José Monje, empleado de la oficina de recaudación municipal que dirigía Fermín en el distrito de Chamartín.
Ayer comenzó, en la Sección Quinta de la Audiencia de Madrid, un juicio por malversación de caudales públicos que promete durar hasta el próximo jueves.Los tres procesados -Fermín, Francisco y José- negaron haberse apropiado de los 361 millones que faltan de las arcas municipales. Para el primero, el fiscal reclama 16 años de cárcel, y para cada uno de los otros dos, 15 (malversación de caudales públicos).
Fermín Merino acudió al juicio totalmente trajeado. El acusador dejó entrever que existe una relación causa-efecto entre sus propiedades (citó varios apartamentos, un yate, un Mercedes, un Citroén GLX y un chalé) y la suma extraviada. Merino indicó que todos esos bienes los adquirió "a plazos y con facilidades". "Yo ganaba, entre el sueldo y las comisiones, de uno a dos millones de pesetas todos los meses, y hasta más".
Es alrededor de 1985 cuando la inspección municipal advierte que las cuentas de la oficina de recaudación de Fermín Merino no están claras. Tiran de la manta y observan que faltan muchos recibos de tasas. Uno de los empleados municipales que investigó la presunta malversación calculó en unos 100.000 los recibos cuyo paradero -o importe- no supo aclarar ayer Fermín Merino.
Dos veces todos los años se inspeccionan las oficinas de recaudación municipal. A algunos de los asistentes a la vista les extrañó que los inspectores no hubieran apreciado antes ninguna irregularidad en la oficina de Merino. Si no hay recibos, tiene que haber dinero; es decir, que han sido cobrados. Pero los inspectores no hallaron ni una cosa ni otra.
Las cosas claras
El fiscal, en su informe, sí cree tener claro lo que pasó. Argumenta que los encartados, para eludir las sospechas de los inspectores, sustituyeron por recibos falsos los originales del Ayuntamiento ya pagados por el contribuyente. Opina también que Fermín, hasta 1985, se dedicó a detraer diversas cantidades de las que recaudaba a los ciudadanos. "En lugar de ingresarlas en las cuentas del Ayuntamiento, las dedicó a atenciones particulares y'a las de su hijo Francisco. Según el fiscal, Fermín extrajo casi diariamente de la caja de la oficina cantidades que oscilaban entre 60.000 y 100.000 pesetas".La labor de José Monje, su ayudante de confianza en la oficina, consistió, según el fiscal, "en anortarlas en un cuaderno-calendario de régimen interno".
Entre otros ejemplos de cómo desaparecieron los millones, el fiscal sostiene que Monje realizaba mensualmente una transferencia con las 100.000 pesetas que debía pagar Fermín a su primera esposa, de la que se había separado. También transfería el dinero de las letras del chalé que Francisco, hijo de Fermín, poseía en Las Rozas.
Francisco señaló al tribunal que el chalé lo compró mediante una entrada de tres millones, y el resto, con dinero de su sueldo y el de su esposa. El abogado de Monje entiende que su defendido sólo seguía las instrucciones de su jefe, Fermín.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.