Liga Norte y ex comunistas surgen como grandes fuerzas de la nueva Italia

La Liga Norte, el movimiento de protesta lombardo que consolida sus posiciones en toda Italia septentrional, y el Partido Democrático de la Izquierda (PDS), ex comunista, fuerte en el centro e incluso en zonas meridionales, surgen como las dos grandes fuerzas antagonistas del nuevo mapa político italiano tras la segunda vuelta de las elecciones municipales celebrada el pasado domingo.

La Liga Norte "avanza rápidamente hacia el sur" y en su marcha "destroza la omertá (juramento mafloso de complicidad) criminal y la alianza innoble entre capital público y privado"; libra "la gran lucha contra un fisco rapaz y anticonstitucional", y "trabaja en su programa de creación de puestos de trabajo y de liberación del voto ciudadano cautivo del clientelismo". Así se expresó Umberto Bossi, líder de la Liga, pasada la medianoche del domingo, al celebrar la conquista de la alcaldía de Milán por su candidato, Marco Formentini."Secesión, secesión", gritaban algunas de los miles ¿te personas concentradas en la milanesa plaza del Duomo. El nuevo alcalde atribuyó todo el mérito de su victoria a Bossi.

La Liga logra en Milán la mayoría absoluta, con 36 concejales sobre un total. de 60. Frente a la Liga, una oposición muy fraccionada, en la que por primera vez no habrá ningún concejal socialista, encabezada por Refundación Comunista, con seis concejales..

Las expectativas de La Rete, el movimiento anti-Mafia nacido en Palermo, de brillar en estas elecciones, al menos a través de sus mejores hombres, quedaron reducidas a dos concejales en Milán, dos en Turín y cinco en Catania, donde su candidato, Claudio Fava, fue derrotado por el republicano Enzo Rianco.

También en Sicilia, otro republicano se hizo con la alcaldía de Agrigento y, en general, los democristianos no lograron el triunfo supremo ni siquiera en los municipios donde fueron más votados como partido. El retroceso (le la formación confesional que ha dirigido Italia en los últimos 45 años no admite, así, paliativos, en ningún segmento geográfico.

Hundimiento de la DC

En el sur continental, la Democracia Cristiana (DC), cedió al PDS casi todas las alcaldías resueltas mediante un enfrentamiento entre candidatos de estos dos partidos. Pero el PDS, que, en cambio, perdió en Sicilia varios enfrentamientos con candidatos del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI), consolidaba, sobre todo, su feudo en el centro de Italia, donde obtuvo alcaldes en Rávena o Siena.

El PDS surge como la única fuerza de ámbito estatal capaz de hacer frente al avance de una Liga muy concentrada en el norte, donde aparte de Milán ha obtenido varias otras alcaldías, como la de Novara. Los porcentajes de las fuerzas de Bossi en esas zonas muy pobladas son tan altos que le permiten aspirar a coeficientes significativos incluso en unas elecciones generales.