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Una crisis cardiaca amenaza con apartar a Heseltine del Gobierno británico

Enric González

Michael Heseltine, ministro de Industria y uno de los pesos pesados de la política británica, sufrió una trombosis coronaria el domingo por la noche. Heseltine se encontraba en Venecia, en un viaje privado con su esposa Anne. Los médicos del hospital veneciano donde fue internado dijeron ayer que su vida estaba "fuera de peligro, salvo imprevistos". La crisis cardíaca, sin embargo, le apartará de su trabajo durante al menos tres meses, y constituye un nuevo problema para el primer ministro, John Major.Heseltine, de 60 años, presumía hasta ahora de una salud excelente. Su melena rubia, su oratoria apasionada y su vigor personal le habían valido el apodo de Tarzán. En medios del Partido Conservador se comentaba ayer que el ministro había soportado enormes presiones desde que, en octubre pasado, anunció el cierre de casi todas las minas de carbón y el despido de unos 30.000 mineros. Major señaló que Heseltine necesitaba "mucho descanso", pero se negó a especular con la posibilidad de que el ministro tuviera que abandonar definitivamente el Gobierno.

El momento crucial en la carrera de Heseltine se produjo en 1988, cuando se opuso frontalmente a la entonces, primera ministra Margaret Thatcher. Desde entonces y hasta la caída de Thatcher, en 1990, representó la única alternativa a la dama de hierro. Pero su condición de rebelde le impidió convertirse en sucesor y fue John Major, un candidato de segunda fila, quien se alzó como líder de los tories y nuevo primer ministro.

Heseltine era uno de los miembros del Gobierno relacionados con Asil Nadir, el financiero turco implicado en el escándalo de la financiación irregular del Partido Conservador. Aunque sus contactos con Nadir habían sido escasos, la oposición laborista le había exigido una explicación ante la Cámara de los Comunes. Otro de los políticos que hicieron de puente entre Nadir y los tories, el subsecretario para Irlanda del Norte, Michael Mates, podría verse forzado a dimitir en las próximas horas por haber aceptado regalos personales del financiero.

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