El Barca ultima la renovación de su plantilla
La directiva del Barcelona y el técnico Johan Cruyff preparan la renovación de la plantilla azulgrana sin urgencias y de una forma moderada. Atados los fichajes de Iván (Sporting), Quique Estebaranz (Tenerife) y Lopetegui (Logroñés), el Barcelona está buscando ahora un cuarto extranjero que cubra la baja de Witschge y que al mismo tiempo su presencia sirva para presionar a los tres en nómina (Koeman, Laudrup y Stoichkov). El brasileño Romario es el principal nombre de una lista de fichajes que se consideran asequibles a las necesidades del club.
Johan Cruyff ha asimilado que la condición de tricampeón no ofrece ninguna garantía de éxitos futuros. En las últimas semanas ha lanzado dardos en el vestuario, incluso hacia sus pesos pesados. Le irrita dirigir a una plantilla considerada la mejor de España, pero que le hace sufrir y rabiar.Cruyff está rastreando el mercado, enojado porque el' baloncesto y otras secciones del Barcelona le parecen sanguijuelas que le restan potencia en sus movimientos, especialmente en el apartado económico. Es consciente de que pocas de las adquisiciones posteriores a la ola renovadora que acompañó su llegada en 1988 han cuajado. Siguen vigentes Eusebio, Bakero, Begiristain, Salinas y Goikoetxea, un hombre que también fue fichado en 1988 para ser cedido dos años a la Real.
La columna vertebral todavía no ha entrado en crisis, pero no posee la misma flexibilidad de antaño. Koeman y Bakero tienen 30 años. Eusebio, Begiristain y Laudrup los cumplirán el año que viene.
El caballo de batalla de Cruyff se centra en un cuarto extranjero que cubriría la baja de Witschge. El técnico barcelonista quiere uno de calidad contrastada para presionar o incluso sustituir radicalmente al búlgaro Stoichkov, en crisis de juego en los últimos meses.
A Cruyff le gusta el brasileño Romario, en las filas del PSV Eindhoven holandés, pero el presidente Núñez recela del fichaje. No está dispuesto a gastarse 800 millones y los informes que ha recibido de Romario sobre su adaptación al esquema del Barcelona y sobre su especial carácter le desaconsejan la contratación.
"Frío, frío", dijo el dirigente, horas después de obtener el título de Liga y en plena euforia, cuando se le preguntó por el brasileño Romario. Núñez explicó a los periodistas que hace unos días se intentó hablar con Romario, en Brasil, y al otro lado del hilo telefónico respondieron que no molestaran porque estaba durmiendo. La tesis del presidente azulgrana es que un jugador ha de volverse loco por ir al Barça y que su actitud confirmaba sus recelos.
Las palabras de Núñez contrastaban con la de Carles Rexach que daba por hecho el fichaje e incluso aseguraba que Toni Bruins Slot, segundo ayudante de Cruyff, ya se había puesto en contacto con el jugador. Todo parece indicar, por tanto, que el técnico holandés y el presidente volverán a mantener una pequeña pugna. Si Johan Cruyff quiere, Romario estará en el Barça la próxima temporada, porque su poder se ha fortalecido tras la Liga.
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