_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El Papa

Rosa Montero

Ahora que ya ha pasado, ahora que se ha ido, me gustaría decir que, como ciudadana, me siento un poco asfixiada, abrumada y mayormente atropellada en mis derechos. Y que conste que esto no tiene nada que ver con el impulso religioso, que no comparto pero que cada vez entiendo y respeto más: si a los veinte años me declaraba atea, hoy me considero agnóstica y simplemente creo que no creo. Todo eso, la ansiedad humana por lo espiritual, y por llenar de palabras y creencias el misterio de la vida, es algo muy serio. Lo que ya no parece tan serio, en fin, es esta gira pop vaticano-integrista, estos deslumbrantes juegos de mercadotecnia, estas alharacas publicitarias de la mayor empresa multinacional de la Tierra.Ya sé que el Papa tiene un montón de fans, eso está claro, y me parece bien que lo disfruten, lo mismo que hacen los fans de Michael Jackson o de Madonna, de Bruce Springsteen o incluso de Julio Iglesias (que cada cual se busca el ídolo que quiere) cuando vienen sus mitos; pero, ¡por favor!, que nos dejen en paz a los que no compartimos el fervor por la estrella; que no nos abrumen con su presencia en todos los telediarios, periódicos, revistas, en carteles colgantes, banderas oficiales, pegatinas; y que no atasquen las ciudades durante días, convirtiéndolas en un infierno intransitable.

Y que nadie se escandalice por ver unido el nombre de Wojtyla al de los cantantes superventas; en todo caso quien debería escandalizarse por la comparación es servidora, porque, primero, ni Jackson ni Iglesias ni los demás van por el mundo impartiendo una doctrina tan enormemente reaccionaria, y segundo, el Estado no se les pone a su servicio y no les organiza el espectáculo con gran despliegue de calles cortadas, policía y dinero público. En fin, que se han excedido un poco los del Papa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_