Llega a Cádiz el barco "Mar Tere", apresado con 2.000 kilos de cocaína

El muelle Marqués de Comillas de¡ puerto comercial de Cádiz fue ayer testigo de la descarga de una mercancía muy especial: 72 fardos, con un peso aproximado de entre 25 y 30 kilos cada uno, procedentes de las factorías colombianas de cocaína. Un amplio despliegue policial amparó la espectacular arriada desde el carguero Mar Tere, apresado la madrugada del pasado domingo a 420 millas del cabo San Vicente.

Policías y aduaneros tenían un motivo especial para que en sus rostros aflorara la satisfacción. Bajo un fuerte viento de levante se ponía fin a la operación de narcotráfico más importante -en citando a droga aprehendida- de las realizadas por fuerzas españolas (Servicio Central de Estupefácientes de la Policía y Servicio de Vigilancia Aduanera, SVA): entre 1.800 y 2.160 kilos de cocaína de gran pureza.A las 10 de la mañana, el Mar Tere, de 48 metros de eslora y más de 250 toneladas, aproaba la bocana, del puerto gaditano escoltado por dos patrulleras del SVA -Albatros II y Acaraban IV- y varios helicópteros.

Media hora más tarde, el secretario del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, que preside Carlos Bueren, y un fórense embarcaban en el Mar Tere para reconocer a los detenidos, inspeccionar el alijo y dar fe del desembarco de la droga y de los nueve tripulantes apresados, que salieron del. mercante con los rostros cubiertos. Entre ellos estaba Rafael Fernández Pomares, hijo de José Fernández Touris, El Peque, responsable del clan de narcotraficantes gallegos desarticulado. Tras él bajaron Francisco Javier Fernández González, futuro yerno de El Peque y su segundo hombre de confianza, que viajó desde Santiago de Compostela a Dakar (Senegal) para embarcarse en el Mar Tere y supervisar las operaciones.

Rostros de alegría

En el puerto, los rostros que más satisfacción irradiaban eran los de los dos funcionarios del SVA responsables de la interceptación del barco: Jesús García Caparrés, almeriense de: 37 años y capitán del barco K (camuflado), dirigió la operación Mariposa de apresamiento del Mar Tere desde su aproximación a la Península. José Antonio Gómez Fontela, de la misma edad, gallego de una pequeña localidad de Santiago de Compostela y patrón del SVA, comandó la lancha interceptadora que abordó al mercante, que bajo bandera panameña había cruzado el Atlántico cargado con la coca.

Según el testimonio de ambos, la operación comenzó hacia las 4.00 del domingo. Caparrós derrotó su barco a proa, fuera del alcance del radar y de la vista de los tripulantes del Mar Tere que vigilaban desde el puente. La tripulación, elegida entre los mejores hombres del SVA, había seleccionado a su vez a ocho de sus miembros, quienes arriaron una lancha rápida, neumática y dos motores fuera borda, para lanzarse sobre el objetivo. Con viento de nordeste a favor, la lancha se alejó de su nodriza unas 15 millas, a partir de las cuales inició una maniobra de aproximación al barco de los traficantes y enfiló su popa, donde el radar es menos eficaz. En menos de 10 minutos la operación se saldaba con éxito. Durante ellos, dos agentes aprovecharon el bajo oleaje para saltar al barco y localizar la droga. Justo a tiempo de impedir que los traficantes se deshicieran de la droga.

[También ayer fue apresado en el puerto de Cádiz un camión que transportaba 200 kilos de hachís en un falso depósito de combustible. El vehículo había desembarcado del buque Arnoul, que procedía de Marruecos, informa, Europa Press].