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En danza por Amor de Dios

Asociaciones y peñas flamencas protestan contra el cierre de la academia de baile

Juan Carlos Sanz

Si nadie lo impide, el director de la academia de danza española de la calle de Amor de Dios, 4, Juan María Bourio, entregará las llaves del local la semana que viene. La empresa que compró la casa, en el distrito Centro, el pasado mes de marzo quiere rehabilitarla para hacer apartamentos. El mundo del flamenco se movilizó ayer contra el cierre de esta escuela, tras más de 30 años de existencia, con la primera manifestación por bulerías que se recuerda en la capital.

La Federación de Entidades de Flamenco de la Comunidad de Madrid, respaldada por 27 asociaciones y peñas, convocó anoche a dos centenares de artistas y aficionados a batir palmas en la calle de Amor de Dios, entre Huertas y Antón Martín, en un último intento para salvar la escuela del desahucio."Puede ser muy doloroso, después de tantos años", se quejaba Juan María Bourio. Amor de Dios se cierra mañana para sus 26 profesores y 600 alumnos, la mitad de ellos extranjeros. El ruinoso estado del edificio (véase EL PAÍS del pasado 2 de mayo) no ha dejado otra salida.

Acuerdo

La empresa Metaltrade compró el inmueble hace tres meses. Amor de Dios ya había cambiado de manos un año antes. José Manuel Pombo, director de Metaltrade, recuerda que Bourio llegó a un acuerdo con los anteriores propietarios -la compañía Alrevisa- para desalojar la academia.Por el momento la colección y archivo de publicaciones sobre danza española del siglo XX, recopilado a lo largo de estos años por Bourio, se han salvado y han sido cedidos al Ministerio de Cultura. El director de la academia Amor de Dios se reunió ayer con el subdirector del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), Francisco Cánovas, para impedir el cierre de la escuela.

Ramón Caravaca, viceconsejero de Educación y Cultura de la Comunidad de Madrid, asegura que se va a intentar por todos los medios mantener la actividad de la academia.

Los responsables de Cultura de la Administración y las asociaciones flamencas temen que se produzca una diáspora de los profesores -casi todos estrellas de la danza- tras el cierre de Amor de Dios.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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