La amenaza de los mineros

La autonomía económica regional que reivindican los mineros de Donetsk, cuya población es mayoritariamente, rusa, es percibida en Kiev como una seria advertencia que puede degenerar en amenaza para la integridad del Estado ucranio, si la crisis económica no es atajada rápidamente.VIadímir Griniov, vicepresidente del Parlamento, ha exhortado recientemente al presidente Leonid Kravchuk para que dé luz verde a la economía de mercado. "Si esto no sucede", ha dicho Griniov a la revista Kievski Védomosti, "temo que en los próximos meses tendremos una explosicón desde abajo" .Como ejemplo de lo que po dría ser esta explosión, Griniov mencionaba la "celebración de un referéndum en Donbás para separarse de Ucrania y unirse a Rusia". "Y no me refiero ya a Crimea", agregaba. "La situación en Donbás es ahora mucho peor que en Crimea".

Un total de 226 minas y medio millón de trabajadores estaban en huelga el sábado en Donbás, según información del Comité de Trabajadores de Donetsk, la capital de la zona. Los mineros piden que se celebre un referéndum en el que la población exprese su confianza o desconfianza hacia el presidente Kravchuk y el Parlamento antes del 1 de septiembre próximo.

La semana pasada, Kravchuk prometió canalizar legalmente las aspiraciones de autogestión local, pero advirtió contra "la autonomización de todas las regiones". La idea del Estado federal preocupa a Kiev, que debe armonizar las tendencias rabiosamente antirrusas de las zonas occidentales con las afinidades rusas de sus zonas orientales. De los 52 millones de habitantes de Ucrania, 11 millones son rusos étnicos.

En 1989, los mineros de Donbás declararon unas huelgas masivas sólo rebasadas por las actuales. Entonces aparecían como abanderados de la lucha contra el comunismo soviético. Hoy, los medios gubernamentales les consideran como un caldo de cultivo para el resurgimiento del comunismo. Las conexiones de los líderes sindicales de Donbás con las instituciones rusas despiertan hondas suspicacias en Kiev.