Vallas saboteadas y el 'quemaconventos'

La policía sevillana dio, por fin, ayer con un hombre de 43 años que se dedicaba a provocar incendios en recintos religiosos y a asustar a las monjas con exhibicionismos y obscenidades. F. J. G fue sorprendido en el preciso instante en el que intentaba quemar la portesría de un convento. Pese a que lo capturaron antes de que las llamas desencadenaran un incendio, los desperfectos fueron valorados en 350.000 pesetas. Según la policía, el incendiario ha sido detenido en otras ocasiones, además de por quemar iglesias (40 veces) y hacer deposiciones en los templos. En las cercanías de la catedral amaneció ayer una enorme valla de tres cuerpos con el lema del Congreso Eucarístico totalmente calcinada.Por otra parte, el estallido y posterior incendio de una lancha en la dársena del Guadalquivir, a la altura del puente de Chapma, pasadas las 21.00 horas, provocó gran inquietud en Sevilla. Los tripulantes de la embarcación, dos mujeres y un hombre, pudieron arrojarse al agua antes de que se iniciaran las llamas y fueron recogidos por los bomberos sin que sufrieran daños de importancia.