Juicio contra un marroquí que mató a un hombre "por llamarle negro"
Lo único cierto para el tribunal, de momento, es que una cuchillada en el corazón acabó durante los carnavales de Getafe de 1992 con la vida de Luis Carmona, un muchacho de 20 años. El procesado, el marroquí Fidel el Boezzati, de unos 30 años, ha asegurado al tribunal que el fallecido le insultó y le llamó "negro". Los amigos de Carmona lo niegan. Dicen que fue él mismo quien se calificó así.En el juicio sobre este crimen (que comenzó el pasado jueves en la Audiencia de Madrid y se reanudará el próximo día 22) han surgido versiones opuestas. La del acusado se centra en que llegó al local y un grupo de personas, entre ellas la víctima, le impidieron el paso. "Si no llevas máscara no puedes entrar", ha explicado al tribunal que le dijeron. También escuchó el siguiente comentario peyorativo: "Como es negro, no la necesita, la lleva puesta". Cuando se marchaba, explicó también, la víctima le increpó: "Chúpame la polla, negro". Se produjo una discusión y echó a correr hacia su casa perseguido por los muchachos que le habían impedido entrar al local. Cerca de su casa, sus perseguidores le alcanzaron, y uno de ellos sacó una navaja. Él, para defenderse, esgrimió la suya y apuñaló a Luis Carmona.
El relato de los muchachos que presenciaron los hechos no coincide con el de Boezzati: el marroquí llegó a la fiesta de carnaval (que se celebraba en el local número 2 de la calle de Carabanchel, de Getafe) e intentó entrar. Le dijeron que la máscara era imprescindible, a lo que él repuso que, como era negro, ya la llevaba. Según esta otra versión, se marchó y volvió más tarde con unas gafas de las que se utilizan para ver la televisión en tres dimensiones y con un cuchillo de cocina. A Carmona le dijo que saliese a la calle si era capaz. Éste salió, y el marroquí le propinó varias cuchilladas, unas de ellas en el corazón, según los peritos.
Informes periciales
El juicio se reanudará el próximo 22, día en que los peritos deberán presentar sus informes sobre la muerte de Carmona. De momento, el fiscal solicita al tribunal, cuyo presidente es José Manuel Maza, que imponga a Boezzati una condena de 14 años de cárcel por homicidio.El abogado de la familia de Carmona culpa al procesado de cometer el asesinato con alevosía y premeditación, y pide para él 30 años de prisión.
El abogado defensor admite que su cliente apuñaló a Carmona, aunque entiende que actuó obcecado. En su opinión, ocho años es la pena adecuada. En círculos policiales (véase El PAÍS del 3 de marzo de 1992), el fallecido era conocido por haber estado involucrado en continuas peleas junto a cabezas rapadas y punkis.
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