El INI y los sindicatos acuerdan una subida salarial del 4% en el metal

Las empresas del metal pertenecientes al Instituto Nacional de Industria (INI) y a su filial Teneo tendrán un aumento salarial bruto del 4% en 1993, según al acuerdo alcanzado ayer por sus representantes con las federaciones del metal de Comisiones Obreras y UGT. El acuerdo supone también el compromiso de un aumento igual al IPC real los dos próximos años, aunque habrá incrementos adicionales por productividad del 10% en 1994 y del 20% en 1995. El pacto sobre el convenio desbloquea el acuerdo laboral según el cual los sindicatos podrán participar en las decisiones estratégicas de las empresas.

La primera oferta del INI consistió en congelar el salario, mientras que los sindicatos anunciaron que no bajarían del 4,5% (IPC previsto). Finalmente, el acuerdo se ha cerrado en un 4% sobre masa salarial bruta. Un 1% se destinará a una paga extraordinaria no consolidable. Para los próximos años, destaca el aumento del 10% y del 20% "a efectos de retribuir la productividad", lo que en realidad supone incrementos del 110% y del 120%.Superadas las diferencias de convenio, INI y sindicatos han cerrado el acuerdo laboral, que ha sido calificado como histórico, ya que supone la sustitución de la ordenanza laboral del sector que data de 1970. La firma definitiva, a la que se espera la adhesión del sindicato gallego CIGA, será en un plazo de 10 días, según las estimaciones. Además de la participación sindical a la alemana, los puntos fundamentales son la movilidad funcional, la reclasificación profesional y la creación de una comisión de mediación y arbitraje.

El principal hito está en la posibilidad de que los sindicatos, además de participar en los consejos de administración de todas las empresas (hasta ahora sólo participaban en las de más de 1.000 empleados), podrán vigilar las decisiones estratégicas que adopten las empresas a través de una comisión de seguimiento.Movilidad y arbitraje

Otra cuestión fundamental, que ha sido de las más discutidas, es la movilidad funcional, según la que un trabajador puede ser trasladado de dentro de un mismo grupo e, incluso, de un grupo a otro. Para facilitar el funcionamiento, las empresas se reestructurarán en tres grupos (técnicos, empleados y operarios) y cinco niveles profesionales, con lo que desaparecen los 21 que existen en la actualidad.

Los diferentes conflictos que aparezcan en propuestas que se realicen serán sometidos al axamen de una comisión de mediación y conciliación y otra de arbitraje, que estarán formadas por representantes del INI y de los sindicatos y que evitarán tener que pleitear. El laudo arbitral tendrá carácter vinculante y de obligado cumplimiento.

El alcance de este acuerdo queda limitado a cada una de las empresas del metal. INI y sindicatos coinciden en que para conseguir el adecuado rendimiento, la empresa defina la plantilla y facilite la cualificación precisa. También coinciden en que el tiempo trabajado comience y acabe en el puesto de trabajo. Finalmente los trabajadores también han admitido que la empresa pueda encargar trabajos para los que estén capacitados aunque no sean propios de su actividad normal. En cualquier caso, todas las decisiones pasarán por la comisión de mediación si es necesario.