Música, maestro

El extenso y variado programa musical que Madrid ha recibido en los últimos tres meses y que aún seguirá con numerosas e interesantes actuaciones, de nuevo ha permitido la visita de Defunkt.Defunkt es una de las formaciones que sustentan un proyecto ideológico que desarrolla sus directrices en el eclecticismo de su música. Joseph Bowie, vocalista y excelente trombonista, es el[ impulsor de una de las bandas con más libertad de miras a la hora de recoger y recomponer estilos musicales en uno propio. El jazz-punk, funk-rock, soul-rap-reagge y las diferentes combinaciones que de estos estilos definidos hace la banda norteamericana, son una sencilla labor de cálculo ante el desarrollo musical que realizan sobre el escenario; lugar natural para una música que recobra la intensidad que en disco queda relegada al espacio sonoro.

Cum funky es la última entrega de la banda, el décimo disco tras una carrera llena de altibajos que comenzó en 1981 con un trabajo titulado con el nombre del grupo. En 1988 pasan a una multinacional con la que graban un trabajo, In America, con un sonido más duro y que definiría a partir de ese momento la línea de Defunkt.

En The Revolver Club, el baile como expresión inseparable de la música de Defunkt, las consignas, con la entrega absoluta de los músicos, vistieron la noche de color con el negro haciendo de fondo. El ritmo y la ligereza de movimientos de los músicos de color contrastaban, en una simbiosis perfecta, con la rigidez y dureza del guitarrista blanco Rishard Lampese y el teclista y coautor, de una parte de los temas de la formación, Kevin Bents. La rítmica y el vuelo trenzado de los instrumentos permitieron, sin embargo, el espacio de mayor protagonismo a la sobresaliente voz y presencia de Kelli Sae como el juego más sabroso de la noche.

La acertada mezcolanza de las capacidades musicales de los componentes de la banda, dirigidos por Joseph Bowie, arrasé las dos horas de concierto imparables que entregaron en la noche de su actuación.