IU emplaza a González a dar el primer paso para un pacto parlamentario

Es al PSOE a quien corresponde decidir si desea gobernar con la derecha nacionalista o con la izquierda. Éste es, en esencia, el acuerdo adoptado ayer por la presidencia federal de Izquierda Unida con los votos del sector oficial. Los renovadores, que se abstuvieron, proponían que fuera IU la que tomara la iniciativa y ofertase al PSOE la posibilidad de llegar a un acuerdo parlamentario estable, basado siempre en una coincidencia en sus programas.

La resolución, aprobada tras más de ocho horas de debate y por 21 votos a favor y 7 abstenciones, servirá de base para el debate del consejo federal de IU, que se reunirá en Madrid dentro de diez días. La resolución señala que Izquierda Unida, "manteniendo su línea, está absolutamente dispuesta a continuar impulsando la definición de una nueva situación política desde la izquierda, basada en la coincidencia programática". "`Estamos convencido?, se añade, "`de que esa alternativa es la única que permitiría dar solución progresista a los graves problemas del país, y en primer lugar al paro y la corrupción, de acuerdo con los deseos expresados por la mayoría de los ciudadanos"."`No será responsabilidad de IU el que no sea así y se apueste por el continuismo en la acción de gobierno", agrega la resolución, que en su primer párrafo califica el avance electoral de Izquierda Unida de "moderada mente satisfactorio, a pesar de no haber cubierto en su totalidad los objetivos políticos que nos habíamos marcado, esto es, evitar el bipartidismo y derrotar la política neoliberal desde la izquierda".

Esta valoración del resultado electoral es un término medio entre el inicial discurso de los oficialistas, rozando el triunfalismo, y el análisis crítico de los renovadores, que calificaban poco menos que de desastre el ligero avance electoral: 400.000 votos más, pero sólo medio punto porcentual de mejora, un diputado más pese a haber perdido el escaño de Granada, y convertirse en la tercera fuerza parlamentaria. En cualquier casó, unos resultados inferiores a sus expectativas.

La resolución atribuye únicamente a factores externos el resultado electoral: bipartidismo, marginación de los debates en televisión, desigualdad de medios materiales, apoyo de los medios de comunicación públicos al PSOE, etcétera. No se cita ningún error propio. Los renovadores de Nueva Izquierda, por el contrario, ponen en cuestión la justeza de la estrategia política y electoral de la mayoría liderada por Julio Anguita.

Los líderes de Nueva Izquierda señalaron ayer que las elecciones han demostrado que la teoría de las dos orillas de Anguita estaba equivocada. A saber, que la política del PSOE y del PP eran una misma cosa y ocupaban, por tanto, una misma orilla, mientras que IU ocupaba en solitario la otra, la de la única izquierda.

"El electorado de izquierdas ha tenido muy claro que no es verdad que el PP y el PSOE sean una misma cosa", declaró ayer Nicolás Sartorius, `para quien la "política sectaria" de IU con respecto al partido socialista ha sido otro error, que se ha sumado al conflicto por la composición de las listas por Madrid. "`Una parte del electorado que nos iba a votar no ha visto claro que fuéramos a garantizar la gobernabilidad y no ha entendido que se criticara al PSOE y apenas al PP, y ha optado por votar a los socialistas para frenar a la derecha", agregó.