Barbero recupera todos sus poderes

La declaración de competencia del Supremo devuelve al juez Barbero todos sus poderes para realizar todo tipo de diligencias, y no sólo las que estime "urgentes e inaplazables". Esta limitación le fue impuesta al magistrado por la Sala Segunda a la vista de su proclividad a activar la instrucción en plena campaña electoral, en contra de la tradición apolítica del Tribunal Supremo.Con el pretexto de que las actuaciones podrían quedar viciadas de nulidad si finalmente el Supremo no era competente en el caso Filesa tras la disolución de las Cámaras, el juez Barbero quedó procesalmente maniatado para practicar cualquier diligencia de prueba. Las "urgentes e inaplazables" se refieren casi exclusivamente a situaciones de prisión o libertad de las personas, que en el caso Filesa evidentemente no se dan.

La citación de Barbero a los peritos de Hacienda para que se ratificasen en su informe tres días antes de las elecciones fue interpretada en medios, judiciales como una auténtica rebeldía del instructor ante el mandato de la Sala, y levantó tal oleada de indignación que el magistrado se vio forzado a dar marcha atrás y convocarla para hoy, dos días después de los comicios.

Al asumir el Supremo la competencia, Barbero queda exento de limitaciones, aunque fuentes de la Sala Segunda aventuraron ayer que, tras la ratificación de los peritos, la Sala le exigirá en breve y tajantemente un pronunciamiento sobre el suplicatorio para continuar la instrucción. Barbero hizo un papel bastante deslucido al asegurar que iba a pedir los suplicatorios de Carlos Navarro y Josep Maria Sala en el preciso momento en que las Cortes quedaron disueltas, especialmente porque la Sala Segunda llevaba tres meses reclamándole un pronunciamiento al respecto.