_
_
_
_
_
Reportaje:

Peor que la ruleta rusa

Los soldados israelíes se matan con un nuevo juego de la muerte

Tres soldados israelíes han muerto en una semana a consecuencia de balas disparadas durante un juego fatal, llamado el juego de Itzik, equivalente a la famosa ruleta rusa. Pero si en ésta un disparo de cada seis u ocho es el que lleva a la muerte, en el juego de Itzik -nombre de su inventor, que resultó gravemente herido practicándolo- el porcentaje es, aproximadamente, del 50%.En la ruleta rusa es un revólver; en el Itzik se trata de un fusil. El juego consiste en apuntarlo cargado con el seguro quitado contra la sien. Simultáneamente se presiona el resorte que retiene el cargador y el gatillo. Si el cargador cae, la bala no sale y se ha ganado. Si no cae, la muerte es casi segura.

Otra diferencia entre estos dos juegos de la muerte es que el primero comenzó jugándose entre maduros aristócratas y el segundo entre soldados veinteañeros. Pero tal vez la variante más penosa es que la sien utilizada como blanco puede ser la propia o la del compañero.

Desde que este juego comenzó, en 1988, al menos son cinco las víctimas, aunque en el Ejército se murmura que el número de muertes es mucho más elevado. La ley del silencio que regula las relaciones entre los soldados de la misma unidad camufla bajo el calificativo de "accidente" estas acciones.

La ley del silencio preocupa seriamente a los psicólogos del Tsahal (Ejército israelí), que se preguntan cómo luchar contra el fenómeno de los juegos de la muerte. Según los psicólogos, esta ley es el mismo reflejo que impide contar a un padre o a un profesor las fechorías de un hermano o un amigo.

El Alto Estado Mayor israelí ha recibido consejos distintos, a veces opuestos, sobre cómo hacer frente al problema. Para unos, no se puede imponer la delación, ni el chivatazo, ni muchos menos hacer comparecer ante un tribunal militar a quienes imponen la ley del silencio. No se puede poner a los jóvenes ante el dilema de decidir entre el deber de la obediencia militar y la lealtad a sus camaradas.,

Otros expertos, como el doctor Reuven Gal, ex psicólogo en jefe del Tsahal, consideran, por el contrario, que hace falta actuar con toda la energía posible, sin miramiento alguno, y hacer comparecer a los testigos ante los tribunales militares.

Unos y otros coinciden, sin embargo, en que es imposible erradicar el fenómeno por la sola vía disciplinaria y jurídica. Hace falta encontrar y analizar las razones profundas de esta conducta, como mínimo patológica, e insistir en el aspecto informativo y educativo de toda campaña dirigida a combatir estos juegos de la muerte.

Una primera investigación revela que no es cierto que unas unidades están más expuestas que otras. El mal crece también entre las unidades de élite, de primera línea y en las de servicios. ¿Es un deseo insufrible de morir? ¿Por qué un buen soldado, o un excelente paracaidista que afronta regulamente el peligro, frecuentemente mortal, quiere aún desafiar a la muerte cuando vuelve a descansar a su campamento?

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_