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Un mar de problemas

Enric González

El Gobierno británico flota en un mar de problemas. No los ha creado john Major; pero se han agravado durante su mandato. Los más importantes son los siguientes.Estado. La monarquía tradicional está agotada. El. viejo modelo imperial. ya no sirve. No debe resultar difícil para el futuro sucesor de Isabel II, especialmente si se trata de su nieto Guillermo, reformar la institución y adelgazarla, tornando como modelo las demás monarquías europeas. Para ello hará falta una Constitución, o algo parecido, que establezca claramente las reglas de juego. Pero, mientras tanto, la disconformidad popular con la Corona sólo puede traducirse en frustración y en burlas sangrientas. La imagen de la monarquía está en el momento más bajo del siglo.

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Europa. La Comunidad Europea (CE) es una falla geológica en el corazón del sistema británico. Los dos grandes partidos, conservador y laborista, están atrancados en el viejo "ni contigo ni sin ti". Edward Heath fue desalojado de Downing Street por demasiado europeísta; Margaret Thatcher, por demasiado poco; John Major intenta situarse a mitad de camino y, por el momento, sólo ha conseguido recibir golpes desde ambos bandos. En Maastricht quedó claro que la CE marcha hacia el federalismo, al menos en algunos ámbitos. Major apoya el tratado, pero rechaza gran parte de su contenido. Con la ratificación aún pendiente y Alemania pidiendo que se acelere la unión, Europa equivale en Westminster a arenas movedizas.

Economía. Las recesiones no son un fenómeno nuevo. Lo que es nuevo es que el Reino Unido no pueda sufragar el Estado del bienestar creado en 1945. La factura anual asciende a más de 20 billones de pesetas. Cuando a esta cantidad se añaden los subsidios de desempleo y se considera que la recaudación fiscal ha bajado por la crisis y que el petróleo del mar del Norte se agota, se comprende que el déficit presupuestario ronde los nueve billones de pesetas al final del presente ejercicio. El Gobierno se enfrenta a dos opciones: fuerte subida de impuestos (ya iniciada) o recorte drástico de las prestaciones (en consideración).

Inestabilidad social. El thatcherismo hizo más ricos a los ricos, y más pobres a los pobres. El Reino Unido está plagado de polvorines sociales. Existen conflictos raciales, pero el Gobierno muestra un cuidado exquisito en atenuarlos: se han cerrado las puertas a los inmigrantes y se procura no irritar ni a los racistas ni a las minorías étnicas. El domingo pasado, cuando el diputado conservador y nieto. Winston Churchill afirmó que los inmigrantes ponían en peligro "el estilo de vida británico", el Gobierno le echó un bufido. No se habla del problema, pero está ahí.

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