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ELECCIONES 6 JUNIO

Jordi Pujol proclama su escasa predisposición a pactos que impliquen entrar en el Gobierno

JOSÉ ANTICH El presidente de la Generalitat y de Convergència Democrática (CDC), Jordi Pujol, expuso ayer en Madrid todas sus reticencias para entrar en un Gobierno de coalición tras las elecciones del 6 de junio. Pujol, en un almuerzo con periodistas en el que estuvo acompañado por Miquel Roca, hizo una pequeña concesión hacia el candidato al reconocer que la persona de la coalición que cuenta con una capital "personal, de competencia y de experiencia" más importante era Roca. El viaje a Madrid tuvo un claro sentido: demostrar en la capital de España que el que toma las decisiones en la coalición es Pujol y que cualquier otra declaración sobre preferencias a la hora de entrar en un hipotético Gobierno carece de valor.

Pujol habló en público, por primera vez, de las consecuencias que tendría para la coalición nacionalista los resultados del 6 de junio y de qué manera podría influir ello en la delicada cohabitación que mantiene con su número dos, Miquel Roca.El presidente catalán no quiso entrar en detalles, aunque sí pidió al conjunto del partido que las decisiones se tomen "con serenidad y con ánimo constructivo". "Nosotros hemos sido capaces, al menos hasta hoy, de superar un delicado momento. Sin escisiones de ningún tipo y sin rupturas de la coalición", dijo en referencia a la reciente crisis interna. Y explicó de una manera clara cómo se había producido el retorno de Roca a la dirección de Convergència, el pasado mes de enero, para que los asistentes lo entendieran: "Hemos llegado a compromisos, hecho acuerdos, componendas". También expuso que, como resultado, se ha funcionado "muy bien, durante la campaña". Ahora bien, Pujol reconoció que los partidos "no están hechos de santos varones ni tienen un clima beatífico". Todo eso como conclusión de un almuerzo en el que Roca y Pujol hablaron profusamente con sus contertulios, pero muy poco, por no decir nada, entre ellos.

Pujol había justificado inicialmente la convocatoria del almuerzo con periodistas que cubren informaciones políticas en Madrid, alegando que éstos tienen muchas ocasiones para hablar con Roca, pero muchas menos de hacerlo con él. Por eso había considerado interesante que conocieran directamente sus puntos de vista. "A veces se me ha presentado como un energúmeno", dijo Pujol para expresar la idea que tiene de que en Madrid se le considera a él como el malo de la coalición frente a las posturas conciliadoras de Roca, y reiteró su interés en demostrar personalmente su volunta de diálogo y de buscar soluciones constructivas.

La primera pregunta fue para interrogar a Pujol sobre si en la coalición había dos llaves maestras para después de las elecciones. Pujol dijo que "las buenas llaves se complementan" y que había armarios que necesitaban más de una llave. "Lo importante es que vayan. al unísono, hasta hoy y espero que en el futuro la concordancia [con Roca] exista". Apeló a la credibilidad de la coalición nacionalista para no tener que revelar cuál será la política de pactos tras el 6 de junio, aunque reconoció a los presentes que la decisión sería muy difícil, ya que "hay una parte del electorado que le repugna que vayamos con el PP y a otra que lo hagamos con el PSOE".

Cuando se le interrogó sobre sí Roca sería un buen ministro de Economía y si el lema de campaña, Ara decidirem, quiere decir entrar a formar parte de una mayoría de gobierno, apostilló: "Los lemas a veces son muy claros y simples y son malinterpretados cuando hay una mala información".

El presidente catalán añadió que la colaboración a la gobernabilidad de España puede adoptar fórmulas muy variadas. Ahí recordó que Convergència i Unió (CiU) había demostrado desde hace muchos años, tanto con Unión de Centro Democrático (UCD) como con el PSOE, su disposición a colaborar con el Gobierno sin necesidad de realizar acuerdos estables.

En este sentido precisó que el apoyo que se había dado a los centristas en 1977 y 1979, que carecían de mayorías absolutas, podía ser un buen ejemplo de lo que CiU podría hacer después del 6 de junio.

Con el PNY

Pujol reiteró, tal como Roca, había anunciado días atrás, que le gustaría tomar una decisión conjunta con el PNV, y señaló que ambos partidos mantendrían largas conversaciones para buscar puntos de acción común una vez conocidos los resultados electorales.

"El día 7 habrán cambiado muchas cosas en este país, algunas ya han cambiado antes, y no se derivarán tan sólo de resultados electorales", dijo. "Gane quien gane, tendrá que enfocar los temas de otra manera, nos encontraremos en un terreno nuevo", añadió. Y lanzó un último mensaje claramente dirigido a su partido, "después del día 7 todo el mundo tendrá que decir le verdad, asumir las realidades, aceptar las ideas mayoritarias, en fin, todo lo que esto supone".

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