La nueva 'troupe' de Mariscal

Nina, "una niña ingenua, curiosa y aventurera, aunque algo inconsciente", se introduce en un laberinto delimitado por paredes marinas, y allí le salen al encuentro gusanos y demonios, payeses, e incluso Carmen Polo, la esposa de Franco. Todo ello sucede en los dibujos animados interactivos que el diseñado valenciano Javier Mariscal ha creado para Acuarinto, un complejo infantil que incluye un laberinto diseñado también por él que se instalará próximamente en Nagasaki (Japón). La semana pasada, Mariscal presentó en Barcelona su creación. Veintidós personajes que se mueven durante una hora en circos, bares infernales y casas rosadas, todo con la huella confesada de Calder, Miró, Kandinsky y Gaudí. El diseñador, mientras contempla su obra de colores vivos, argumenta: "Hay que acabar con el secuestro que existe del arte con mayúsculas y eliminar el mito de la creación frente a la copia. Crear está bien y todos lo defienden, pero si dices que estás copiando te miran con mala cara".

Los niños japoneses podrán ayudar a Nina a salir del laberinto en unos dibujos animados que, coloreados por ordenador, consiguen sus efectos más espectaculares al combinar los fondos realizados en tres dimensiones con los muñecos en dos dimensiones. El laberinto que se ve en la película es una copia del auténtico, concebido por Mariscal y el arquitecto Alfredo Arribas: paredes de metacrilato rellenas de agua donde se forman remolinos y burbujas. "Los efectos de la luz, el agua y el cristal crean un ambiente mágico para los niños", dice el creador de Cobi.La magia también está en los personajes que pueblan el filme de Acuarinto, que funciona a modo de un videojuego que permite a los participantes decidir entre opciones. Una barretina, inspirada en el cuadro de Miró Cabeza de campesino catalán, es el Payés, que llevará a Nina a un campo lleno de girasoles. "Para los niños, las obras del surrealismo, del cubismo o del abstracto son algo que sencillamente existe, como un árbol", asegura muy serio Mariscal. Sus personajes, sin embargo, están llenos de ironía, como la calderiana Carmen Polo, que invita a Nina a visitar su apartamento: una particular habitación rosa inspirada directamente en La Pedrera, de Gaudí, por la que Carmen se mueve agitando elegantemente su collar de perlas. "Copiar es más difícil que hacer algo desde la nada, porque cuando copio lo hago con mucho respeto", dice el artista mientras en la pantalla aparece un circo inspirado en Calder. Entonces, Mariscal se interrumpe: "Calder es una pasada".

Al diseñador no le da pena que su troupe marche a Nagasaki. Pese a ello, invitó la semana pasada a sus amigos para que viesen este juego que será después sólo para japoneses. "Está bien que sea así; de todas formas, la película no tiene sentido fuera de Acuarinto", afirma. El proyecto del laberinto marino nació a propuesta de los propietarios del parque temático Huis ten Bosch, que reproduce una ciudad holandesa. Querían algo para los niños, y pensaron en Mariscal, que, al principio, proyectó un recorrido en barca entre tormentas, paredes de hielo y arenas movedizas. "Era demasiado complicado", confiesa.