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Aznar, en concierto

El candidato del PP cambia el traje por la chupa para acudir a un mitin musical en Madrid

José María Aznar va a por todas. Durante lo que va de campaña se ha definido a sí mismo ante los micrófonos como funcionario, inspector de Hacienda, trabajador por cuenta ajena, hijo de pensionista, castellano leonés hasta la entraña y descendiente de navarros. Ayer entusiasmó al público del mitin-concierto organizado en Madrid al presentarse como "un tipo joven" que quiere compartir con los jóvenes "el futuro de España". Un tercio de los asistentes al Pabellón de Deportes del Real Madrid sobrepasaba el medio siglo.

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Se trataba de música y política, en una convocatoria dirigida al público joven. Para la ocasión, los populares estrenaron su sintonía electoral a ritmo de música disco. La parte oratoria terminó con los candidatos de Madrid subidos al escenario, en torno a su líder, mientras del techo caían globos blancos, rojos y azules y llovía confeti. Aznar, con pantalón gris oscuro y camisa de rayas blancas y azules -antes se había despoja do de una cazadora corta color gabardina marcaba a duras penas el ritmo a base de palmadas, con la cabeza y los hombros llenos de espumillón, pero mantenía el resto del cuerpo hierático. Otros candidatos insinuaban algún torpe movimiento.El Pabellón del Real Madrid fue con diferencia el escenario menos ocupado por el público desde que se inició la campana. Había poco más de 3.000 personas y sobraba la mayor parte de la pista. Pero los jóvenes de verdad no estaban para reproches. Se lo pasaron en grande. Gritaron "Presidente", se desgañitaron anunciando "Ahora, ahora, ahora a La Moncloa" o "Aquí están los jóvenes de Aznar".

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El entusiasmo se convirtió en delirio cuando Aznar empleó un recurso que no ha dejado de explotar desde el debate televisivo del lunes pasado con su principal adversario. Felipe González no le miró durante la primera mitad del programa y Aznar ahora marca diferencias: "Nosotros nos miramos a la cara, aquí estamos gente que no rehuimos la mirada. Podemos mirar a los jóvenes a los ojos, porque sabemos que no les engañamos".

Las estrellas del concierto eran Greta y los Garbos. Para su desgracia, les tocaba después del mitin del candidato y dos tercios de los presentes optaron por su líder y abandonaron en masa el pabellón siguiendo a Aznar. Junto a él, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, uniformado para la ocasión en mangas de camisa. El polémico concejal Ángel Matanzo, convertido en una especie de sombra de Aznar en Madrid, compareció sin corbata pero con americana. Hasta que llegó el presidente del PP, Matanzo fue la estrella de la chavalería.

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