El Constitucional ruso falla contra Yeltsin y le quita el control de la televisión

El Tribunal Constitucional de Rusia falló ayer a favor del Parlamento y en contra del presidente, Borís Yeltsin, al sancionar una disposición que permite al Legislativo crear consejos de observadores para controlar la televisión pública. La disposición, que fue aprobada en marzo por el Congreso de los Diputados (superparlamento), prevé además la desaparición del Centro de Información Federal (CIF), el organismo que actúa como principal propagandista de la política presidencial.El Sóviet Supremo preparará enmiendas a la ley de Medios de Comunicación para crear la institución de los observadores, según manifestó ayer el diputado VIadímir Isákov, uno de los líderes de la oposición antiyeltsinista. Los sectores presidenciales consideran este proyecto como un intento de introducir la censura en la televisión.

En lo que se refiere al CIF, que se creó por decreto presidencial, sólo Yeltsin tiene derecho a clausurarlo, según declaró su dirigente, Mijaíl Poltaranin. "No hay que someterse a las leyes hasta la idiotez", dijo Poltaranin, según la agencia Interfax. El Constitucional falló recientemente a favor del sector presidencial, al legalizar la independencia del diario Izvestia, que el Parlamento quería controlar.

Las repúblicas exigen

Por otra parte, 16 de las 19 repúblicas rusas han planteado duras exigencias a Yeltsin, en un documento difundido tras una reunión conjunta con el presidente. Los líderes republicanos se niegan a abordar una nueva Constitución mientras no se desarrolle en la práctica la división de competencias prevista en el Tratado Federativo, un texto firmado en marzo de 1992, que hasta hoy es sólo una declaración de intenciones. Yeltsin, en cambio, quiere primero una nueva Constitución y, sólo después, concretar las previsiones del tratado.Los puntos que las repúblicas consideran "impostergables" comprenden la definición del estatuto de los territorios de la federación, las relaciones entre los órganos de poder federales, provinciales y locales, el sistema de dirección económico y financiero del Estado, los derechos y responsabilidades de los órganos de poder y sus competencias. Según los dirigentes republicanos, el proceso debe adecuarse al carácter federal del Estado, formado por la "unión libre y voluntaria de los pueblos de Estados y territorios soberanos integrados en la Federación Rusa".

La política rusa tenía ayer tintes de opereta. El vicepresidente, Alexandr Rutskói, estaba prácticamente aislado en el Kremlin, sin saber si los guardianes de la fortaleza le permitirán celebrar la conferencia de prensa que ha convocado para hoy. Por su parte, los diputados fieles a Yeltsin, con su neceser en la mano, esperaban en la calle los autobuses que debían conducirlos a un lugar en los alrededores de Moscú, para ser instruidos por el equipo presidencial sobre la táctica a seguir en el próximo futuro.