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La ira vecinal acaba en la quema de una chabola

Vecinos del barrio de Entrevías (Vallecas) quemaron anoche una chabola del poblado de Pies Negros, habitada por una familia. Nadie resulto herido. En la madrugada de hoy la policía desconocía la identidad de los incendiarios y su número. Unos 300 vecinos se habían dirigido enfurecidos hacia los cuatro chamizos que quedan en el antiguo poblado, después de que durante todo el día se corriera el bulo de que un chaval del barrio había muerto a puñaladas y otro se encontraba gravemente herido.En la mañana de ayer, el vecindario que vive frente a Pies Negros había oído en las tiendas y bares del barrio la supuesta agresión a dos menores. El rumor fue en aumento, e hizo estallar la ira acumulada por el trasiego de personas que acuden a comprar heroína en lo que queda de Pies Negros, un poblado desmantelado en junio de 1992.

Fuentes policiales confirmaron que dos personas habían recibido puñaladas en la noche del martes, pero el relato no cuadraba. "Dos tipos, con más antecedentes policiales que el que les apuñaló, habían ido a comprar papelinas (envases de heroína) a Pies Negros. Cuando vieron que la droga estaba adulterada, volvieron a reclamar, y entonces el hombre que se la había vendido les apuñaló".

Tampoco era cierto que hubiese muerto nadie. Los dos hombres, de 25 y 34 años, estaban fuera de peligro, ingresados en el Gregorio Marañón. Fuentes policiales creen que el bulo era interesado, para promover el desmantelamiento de los cuatro chamizos que quedan en Pies Negros.

Pero los vecinos, bastante alterados, se citaron hacia las nueve de la noche ante las chabolas, que distan unos 80 metros de los primeros bloques de viviendas. Antes habían acudido a comisaría comerciantes y una asociación vecinal para exponer sus quejas. Las 300 personas que acudieron a Pies Negros chillaban contra los chabolistas y leí acusaban, una vez más, de vender droga: "Que quede claro que no es por racismo", insistían.

Cuando la policía intentaba contener la marcha, algunos se desplazaron hacia una chabola apartada del resto y la prendieron fuego.

En la casa vivía un matrimonio con dos o tres hijos, según fuentes policiales. Habían abandonado el chamizo cuando vieron que se dirigía hacia allí la gente del barrio.

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