Benedetto Santapaola, jefe de la Mafia de Catania, detenido en pleno sueño

Benedetto, Nitto Santapaola, de 52 años, jefe indiscutible dé la Mafia de Catania y uno de los pocos miembros conocidos de la Comisión -la cúpula de la organización criminal siciliana- que quedaban en libertad, fue detenido a las 5.45 de ayer mientras dormía plácidamente con su mujer, Carmela Minniti, en una casa de labranza al suroeste de la citada ciudad, su centro de operaciones. Fugitivo desde hace 10 años y buscado intensamente por la policía en los últimos dos meses, el matrimonio Santapaola estaba solo, sin protección y sin ni siquiera un teléfono celular para pedir socorro.

Nitto Santapaola se despertó sobresaltado cuando un comando de 30 agentes de policía derribé con violencia la puerta de la habitación en que dormía. Su única defensa era una pistola guardada en el cajón de la mesilla de noche, de la que ni siquiera intentó hacer uso. "Todo termina, hasta las grandes fugas", dijo sin oponer resistencia, según ha relatado el comisario que dirigió la operación, Antonio Manganelli.La misma fuente indicó que el capo mafioso reconoció la corrección de los agentes que le detuvieron, llegados en helicópteros hasta las inmediaciones del remoto escondite campestre de Santapaola, que sólo es accesible a través de un camino rural no asfaltado. El capo, envejecido y cansado según los policías, se vistió con unos vaqueros y una camiseta verde y pidió que le permitieran desayunar -leche y galletas- antes de ser conducido a Catania. Manganelli afirmó que probablemente Santapaola llevaba un mes en ese escondite.

Tras las sucesivas detenciones de Giuseppe Madonía, de los hermanos Cuntrera y, sobre todo, del gran capo Salvatore Totó Riina, el jefe catanés Nitto Santapaola, gran aliado de los corleoneses, presunto responsable del asesinato del general Carlo Alberto Dalla Chiesa y conductor del de Giovanni Falcone, era uno de los pocos miembros conocidos de la Comisión que seguían en libertad. No obstante, quedan todavía por detener 25 fugitivos importantes, y entre ellos Bernardo Bino Provenzano, miembro de la Comisión y rival de Riina dentro del clan de Corleone.

Tanto Provenzano como Leoluca Bagarella, cuñado de Riina, pasan, al parecer, por horas bajas frente al poder ascendente de capos hasta ahora desconocidos, como el corleonés Raffaele Cangi o el palermitano Pietro Aglieri, según las informaciones, siempre poco fiables, que rodean el tema mafioso.Bruno Siclari, fiscal especial anti-Mafia, reconoció ayer, por su parte, que "la Mafia no debe ser considerada más débil después de cada detención".

La detención de Santapaola "fue el resultado de una investigación clásica, sin la colaboración de arrepentidos", según el comisario Manganelli.

El hecho de que el capo estuviera tan escasamente protegido sorprende, sobre todo, porque era sabido que, hace pocas semanas, la policía había allanado otra finca en la que se le suponía escondido.

Precisamente allí, sobre una mesa de pimpón, el deporte favorito de Santapaola, fue encontrada una tarjeta de la Cámara de Diputados con la leyenda manuscrita de "Saludos" y la presunta firma del ex ministro de Defensa Salvo Andó, catanés y socialista, que ahora se encuentra bajo investigación judicial por ese asunto.