Cuba implanta un plan de urgencia para evitar el colapso del transporte urbano
El Ministerio de Transportes de Cuba puso en marcha el pasado domingo un nuevo plan de emergencia para evitar el colapso del transporte público en La Habana. El plan va desde limitar a 100 personas el número de pasajeros en los ómnibus hasta extender la distancia entre paradas a 1.500 metros. La Habana, una ciudad de 2.100.000 habitantes, posee un parque de 1.649 autobuses, húngaros en su mayoría -frente a 2.614 hace tres años-, de los cuales 1.010 están paralizados por falta de piezas de repuesto, neumáticos o baterías.Los 639 restantes transportan 1,5 millón de personas al día. Las autoridades cubanas advirtieron ayer que las nuevas medidas constituyen sólo "un paliativo al problema de los ómnibus urbanos en la capital para evitar el colapso total de la actividad".
La primera medida adoptada por el Ministerio de Transportes intenta frenar el deterioro que sufren hoy los autobuses por problemas de suspensión debido a la sobrecarga, al limitar el número de pasajeros. En 1992 más de 230 personas resultaron heridas o muertas al caerse de autobuses abarrotados. Ahora sólo podrán viajar en ellos unas 100 personas. Antes lo hacían 300.
Coincidiendo con este nuevo plan de emergencia, el Ministerio de Salud Pública informó a través de la prensa local de que un grupo de 51 medicinas que antes se vendían libremente pasarán a expenderse sólo con receta. Entre ellas las sales biliares, todas las vitaminas, la sacarina en tabletas y las pastillas digestivas.
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