400 aspirantes a bombero superan unas pruebas "sólo para hombres"
No son las cinco pruebas de Tarzán, pero lo parecen. Para optar a una de las 150 plazas de bombero del Ayuntamiento de Madrid hay que ser un atleta, tener un oficio manual, poseer una salud de hierro y saber al dedillo un temario que va desde la Constitución hasta la teoría sobre el fuego y los primeros auxilios. Existe otro requisito: ser hombre. Nadie lo pide, sería inconstitucional, pero las marcas exigidas en las, pruebas físicas son casi imposibles de superar por una mujer.
Y también por muchos varones. De 1.600 aspirantes, sólo 400 han aprobado los exámenes gimnásticos, que concluyeron el jueves. Entre los suspendidos están las cinco chicas presentadas.El nivel general es muy alto. Pero, además, hay a quienes el músculo les permite superar con creces el aprobado. Verdaderos atletas, como el que recorre los 100 metros lisos en 10 segundos 90 centésimas -el récord mundial de Carl Lewis está en 9.86-, y aquel que nada los 50 metros en 26 segundos -el listón más alto lo puso Tom Jager, con 21.81 en Nashville-. Algunos miembros del tribunal sospechan que alguien ha podido recurrir al doping, pero aún no se ha efectuado ningún análisis para comprobarlo.
Mientras los aspirantes sudan la gota gorda, sus novias, amigos, familiares y preparadores no lo pasan mejor en el graderío del gimnasio o en la piscina. Todos, con el, cronómetro en la mano, siguen las pruebas con emoción.
Situaciones límite
Nadar 50 metros libres en 40 segundos. Subir una cuerda de 6,5 metros en 9 segundos, sólo con ayuda de las manos. Correr 1.000 metros lisos en 3 minutos 5 segundos y, tumbado, hacer 25 levantamientos de pesas de 45 kilos en medio minuto. Éstos son algunos de los mínimos exigidos en las ocho pruebas físicas. Conseguirlos es cuestión de muchas horas de gimnasio.
La explicación del tribunal examinador municipal y del concejal de Seguridad, Carlos López Collado, es que se debe exigir el mismo nivel físico a hombres y mujeres, porque se trata de una profesión sometida a situaciones límite. Un veterano es más preciso: "Si yo me desmayo o caigo herido en un fuego necesito que mi compañero pueda cargar conmigo, y una mujer que no supera las marcas fijadas difícilmente lo puede hacer".
En el parque municipal nunca se ha hecho una diferenciación de marcas por sexos, y ninguna chica trabaja en el servicio de extinción. En el regional se aplicó hace unos tres años y tres mujeres accedieron al cuerpo de bomberos. Una de ellas es oficial. Ahora, en la Comunidad, hombres y mujeres deben superar las mismas pruebas, pero después la puntuación se realiza según los coeficientes atléticos establecidos para cada sexo.
Aspirantes, sindicatos y responsables municipales coinciden en una cosa: acceder a la profesión es más difícil en Madrid que en otras urbes. Es la ley de la oferta y la demanda.
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