Subirán la gasolina y los productos importados, pero vendrán más turistas y se exportará mejor

EL PAÍS, Una devaluación implica una pérdida de valor de una moneda frente a todas las demás. Es decir, a los españoles les sale más caro lo que procede del extranjero -la importaciones- pero tienen más posibilidades de vender mercancías o servicios fuera: es decir, exportar más mercancías y atraer más turistas. El turismo, el textil, los sectores exportadores -automóvil, cítricos, la agricultura de huerta en general- serán, pues, los principales beneficiados, mejorando las cifras del déficit comercial.

Uno de los primeros impactos, sin embargo, será negativo: el tradicional aumento de la gasolina, un producto que depende enteramente de las importaciones de petróleo y que ajusta quincenalmente su precio. La subida del precio de los carburantes tiene un efecto directo sobre el índice de precios al consumo (IPC), lo que puede alejar las cifra de inflación en España respecto a la media de la CE.

Entre los sectores que se verán más perjudicados hay que re saltar los de maquinaria pesada, informática, energía, así como las grandes empresas como Renfe e Iberia por su posición deudora en divisas. En esta misma situación se hallan las empresas eléctricas, para las que esta nueva devaluación puede suponer unos costes adicionales de 85.000 millones de pesetas, según cálculos del sector. Sin embargo, estas empresas no pueden revisar el precio de la luz hasta enero del año que viene y según Industria, este coste no lo pueden repercutir sobre el recibo.

El nuevo cambio de la peseta resulta ventajoso para los turistas extranjeros que tienen previsto venir a España al aumentar su poder adquisitivo precisamente en un momento en el que se planifican las vacaciones veraniegas. Los españoles que tengan previsto viajar al extranjero, en cambio, deberán añadir más recursos a sus presupuestos para las vacaciones, lo que puede hacerles cambiar de destino y veranear en España.

La devaluación también será positiva para la industria agroalimentaria. Los vinos, cavas, productos cítricos y en general los productos de la huerta, podrán mejorar sus exportaciones. El 90% de las ventas exteriores de frutas y hortalizas españolas se dirigen a los países de la CE.

Sectores netamente exportadores como el del automóvil pueden aumentar su penetración en los mercados europeos, aunque verán aumentados sus gastos financieros al dispararse el precio de sus deudas en divisas, una práctica relativamente extendida en un sector penetrado por las multinacionales. También se encarecerá la importación de suministros, lo que reforzará la posición de la industria auxiliar española en un momento en que las grandes marcas hacen especial hincapié en el abaratamiento de los componentes.

El sector cementero también aplaudirá esta medida por ser netamente exportador. También los empresarios textiles se verán beneficiados en la devaluación de la moneda española, al ganar competividad dentro de Europa y al perderla en el mercado español los productos procedentes de los países en vías de desarrollo.

También se verán favorecidas las empresas que ya han cerrado contratos en el exterior con el acuerdo de cobrar en dólares, como Construcciones Aeronaúticas, Astilleros Españoles, Inespal y Ensidesa.

Otro de los interrogantes que se plantean es la evolución de la inversión exterior. Recientemente inversores extranjeros opinaban que una devaluación aumentaría el interés por las empresas españolas en el exterior.