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Smurfit impone la liquidación de Eppic una tumultuosa junta de accionistas

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El grupo Jefferson Smurfit impuso ayer en la junta de accionistas de la papelera Eppic -antigua Impacsa- la liquidación de la sociedad en segunda convocatoria. La junta se celebró en Barcelona en un ambiente de crispación. Los consejeros de Eppic fueron recibidos con insultos por los pequeños accionistas. El grupo Torras-KIO, que controla un 22% del capital de Eppic, se abstuvo a la hora de aprobar la liquidación de la empresa.

Algunos accionistas acusaron a Smurfit de Ilevarse el dinero fuera de España". A la entrada de la junta, los trabajadores de la papelera reprocharon a los administradores su decisión de liquidar la compañía. Smurfit estudiaba desde hace meses una salida para la empresa y finalmemente optó por la liquidación (véase EL PAÍS del pasado 15 de abril).Smurfit tiene el 35% del capital de la papelera, por lo que no pudo imponer el lunes el cierre de la empresa en la primera convocatoria de la junta de accionistas, ya que legalmente se requiere el apoyo de dos tercios del capital. Ayer, en la segunda convocatoria, la junta quedó constituida con el 25% y el grupo irlandés pudo imponer su decisión, en contra de la opinión de los accionistas minoritarios y con la abstención de Torras-KIO.

El presidente de Eppic -Dermot Smurfit, justificó ante la junta de accionistas el cierre porque la empresa "está fuera de competencia", por el elevado nivel de los costes de mantenimiento, por la recesión económica del país y el elevado tipo de cambio de la peseta, que perjudica las exportaciones.

Algunos accionistas anunciaron ayer mismo su intención de abrir acciones judiciales contra la dirección de Eppic. Un grupo de accionistas que agrupa un 5% del capital iniciará acciones legales contra los administradores.

Eppic: fue la primera inversión en España del grupo KIO, que entró en la sociedad en 1983. La papelera, que factura 15.000 millones, es uno de los motores económicos de la comarca leridana de la Noguera, cuya capital es Balaguer, donde da empleo directo a 250 trabajadores. En 1989, Torras-KIO vendió a Smurfit el 35% de la papelera española.

Desde que empezaron a registrarse pérdidas, Smurfit fue disgregando Eppic en diferentes filiales. El peor año fue 1992, cuando las pérdidas ascendieron a 1.930 millones de pesetas, con un crecimiento del 33% respecto a las del año anterior. La cotización en Bolsa de la empresa está suspendida desde hace casi un mes.

A finales del año pasado la dirección de Eppic trató de aliviar la situación económica de la sociedad solicitando a la Generalitat un expediente de regulación de empleo para toda la plantilla. El expediente no llegó a hacerse finalmente por causas que no han sido explicadas, aunque fuentes sindicales dicen que se debió a la mediación de la Generalitat.

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