Descubierto un millonario fraude de teléfono en seis colegios mayores

Llamar gratis a cualquier sitio. La ilusión se ha desvanecido en seis colegios mayores cuando ha llegado la factura de teléfono (de hasta dos millones de pesetas) o el chivatazo de los propios colegiales. Mediante dos ingeniosos trucos, los estudiantes lograban comunicaciones gratuitas que ahora algún centro se resiste a pagar a Telefónica con el argumento de que las cabinas públicas (del nuevo modelo más pequeño y de color verde) eran defectuosas. Otros colegios han iniciado un prorrateo entre los residentes. Por su parte, la compañía estudia el problema detectado en abril y que puede tener repercusión más allá del ámbito universitario."El que ha llamado a Singapur soy yo". El director del colegio mayor San Pablo, José Ramón Guerrero, miró de hito en hito a su colegial con amistades tan lejanas. Luego decidió abrir una lista de culpables que paguen en prorrateo las 400.000 pesetas que supone la pella. "Ya se han apuntado 45", confiesa satisfecho el director del centro, en el que viven 170 universitarios.

El San Pablo no es el único. En su último número, la revista Gaceta Universitaria informaba del fraude de "varios millones de pesetas" en las cabinas telefónicas de seis colegios. Los otros cinco eran San Agustín, Mendel (el de mayor pella, dos millones de pesetas), Roncalli, Antonio de Rivera (Mara) y Elías Ahúja.

El director de este último centro, José María Torrijos, se muestra tajante: no piensa pagar las casi 700.000 pesetas de más que marcaba el recibo llegado en marzo. "Es responsabilidad de la Telefónica si instala aparatos que permiten el fraude", sostiene Torrijos. Ha enviado una carta de queja al delegado del Gobierno en la compañía.

La directora del Mara, Marta Cuesta, ha optado por responsabilizar a sus universitarias. De las 200 residentes, 33 se han declarado culpables, y se reparten la deuda, de 1,3 millones de pesetas, por prorrateo. El colegio, eso sí, ha dado facilidades de pago.

Truco fácil

La mayoría de los directores creen que los alumnos pensaban que la pella sería para Telefónica, no para el colegio. Los usuarios del truco no eran sólo residentes. "Aquí pillamos a uno de fuera", asegura el director del colegio mayor San Agustín, el sacerdote Ángel Barquilla.

El responsable del Elías Ahúja vio con sus propios ojos la demostración del truco, que se basa en desconectar, volver a conectar el aparato y hacer una llamada a un servicio de la propia Telefónica. De esta forma, o también jugando con una de las teclas del teléfono y las desconexiones, se logran llamadas sin monedas a cualquier parte del mundo. Las comunicaciones sí se reflejan en el recibo del titular del aparato. Demomento, la Compañía Telefónica ha blindado las conexiones de las cabinas afectadas. En algún caso, no ha enviado los recibos con la pella.