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Los lugartenientes de Sito Miñanco niegan la implicación de su jefe en redes de narcotráfico

JULIO M. LÁZARO, Los lugartenientes del presunto narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, alias Sito Miñanco, cuyo juicio comenzó ayer en la Audiencia Nacional, negaron su implicación y la de su jefe en la introducción en España de 2.500 kilos de cocaína en el verano de 1990. Juan Sineiro Fernández, un "marinero de toda la vida" y el "camionero" José Garrido González, alias Fico, aseguraron ante el tribunal que en alguna ocasión que estuvieron en Madrid se alojaron en el hotel Villamagna -de cinco estrellas, gran lujo-, por cuenta de Prado Bugallo.

El juicio fue seguido por una numerosa representación de la organización Madres contra la Droga. El presunto jefe de los narcos no será interrogado hasta hoy o mañana, al figurar en décimo lugar en el orden de los interrogatorios. En el proceso, además del fiscal, que pide para Sito Miñanco 40 años de cárcel, ejercen la acusación contra los presuntos narcos los ayuntamientos de Vigo y Madrid y la Xunta de Galicia.La primera sesión del juicio contra los clanes gallegos del narcotráfico, desmantelados por el juez Baltasar Garzón en el curso de la operación Nécora, transcurrió en su mayor parte entre peticiones de los abogados de la defensa y deliberaciones del tribunal sobre cuestiones formales.

Juan Sineiro Fernández explicó que viajó en diversas ocasiones a Madrid para dar a Sito Miñanco noticias de su familia, ya que éste se encontraba en busca y captura. En Madrid se alojó en los hoteles Mindanao y Villamagna, siempre invitado por Sito Miñanco, ya que él era un "marinero de toda la vida". El día que fue detenido estuvo comiendo con Sito en la marisquería Combarro y en una ocasión viajó a Panamá a gastos pagados para darle noticias de la familia.

"No sé porque estoy en este sumario, debe ser porque soy amigo de Prado Bugallo" declaró Sineiro, quien negó haber estado en una nave de la localidad madrileña de Ajalvir donde fue encontrado un camión con 500 kilos de cocaína. "Si la Policía dice que estuve allí, ¿porqué no me detuvieron entonces?", alegó.

Sineiro dijo que durante la comida en Combarro con Sito Miñanco le dio noticias de su madre enferma y de sus hijos y se volvió a Pozuleo, donde pernoctaba en un chalé alquilado por José Garrido, Fico. El procesado se encrespó cuando uno de los acusadores particulares se refirió a Sito Miñanco por su alias en vez de llamarle Prado Bugallo. El presidente del tribunal llamó la atención a Sineiro por su "agresividad" Y pidió a las Madres contra la Droga que evitasen demostraciones contrarias al acusado.

Un chalé barato

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José Garrido González, Fico, que trabajaba con un camión alquilado haciendo portes de pescado entre Vigo y Sevilla, dijo que le parecía "muy barato" pagar 120.000 pesetas por el alquiler de un chalé adosado en Pozuelo, cuando en otro momento de su declaración indicó que sus ingresos oscilaban entre las 180.000 y las 200.000 pesetas, dependiendo de los meses. El alquiler del chalé lo atribuyó a "motivos personales", porque llevaba un año divorciado.

Fico declaró que Sito Miñanco pernoctó en el chalé en alguna ocasión, pero a diferencia de Sineiro, negó que su presunto jefe le pagasela estacia en el Villamagna: "Fuí allí por capricho a ver lo que era eso", respondió. Garrido también negó conocer la nave de Ajalvir donde fue encontrado el remolque con la cocaína, que él había alquilado, pero que había dejado en un taller para que le hiciesen unas modificaciones y poder dedicarlo al transporte de carne.

Diego Soto, técnico comercial, dijo conocer a Sito Miñanco por haberle asesorado en la compra de útiles para unos astilleros que tenía en Cambados, pero cuyo nombre fue incapaz de recordar. "Soy diabético y tengo lagunas muy importantes en mi memoria".

Soto, que que cuando viajaba a Andorra traía "cuatro o cinco cajas de tabaco" para "ganarse la vida", dijo que los 120 millones que le fueron transferidos a su cuenta corriente procedían de un crédito garantizado contra una finca propiedad de su mujer. El dinero era, según dijo, para realizar "una operación de tabaco", ya que él se dedicaba a la compra de este producto en Estados Unidos o Amberes y lo vendía en zona libre. Diego Soto también estuvo en "viaje de placer" en Panamá con Sito Miñanco. Pero negó que Miñanco se dedicase al tráfico de drogas y dijo que nunca le había visto "con una sola droga, ni tenerla siquiera".

Soto declaró que quiso facilitar un contacto entre el teniente coronel de la Guardia Civil Arsenio Ayuso y Sito Miñanco para que éste se entregase, lo que no fue permitido por el juez Baltasar Garzón.

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