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Naciones Unidas da 'lecciones de democracia' en las repúblicas ex soviéticas

"Los conflictos étnicos pueden convertir las repúblicas de la antigua URSS en nuevas Bosnias", explica María de los Ángeles Siemens, una española miembro del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y que acaba de regresar de una "misión muy especial" en la República de Georgia. Junto a representantes de otras organizaciones internacionales, ha formado parte de un equipo que intenta aplicar un "tratamiento preventivo" a estos conflictos incipientes con seminarios dedicados a las asignaturas pendientes de estos nuevos Estados en materia de derechos humanos, estatuto del refugiado, protección y tolerancia (le las minorías étnicas, instituciones democráticas y gestión económica.

"Hay que plantearse muy seriamente la necesidad de actuar de forma preventiva para evitar el incendio y no esperar a intervenir cuando las llamas son ya demasiado altas", explica María de los Ángeles, al subrayar que el suministro de 1a cooperación técnica a estos Estados es tan importante como la ayuda económica". Según afirma, las autoridades de estas repúblicas han manifestado un gran interés por la continuidad de estos seminarios itinerantes que ya han intentado paliar en Moldavia, Kirguizistán, Ucrania, Uzbekistán o Armenia la "avidez por saber cómo se construye un sistema democrático pluralista y tolerante

La amenaza étnica

"En general, tienen muy claro que estos elementos son la clave para hacer frente a su verdadero mal, el de los conflictos étnicos", dice esta experta en derecho internacional al subrayar que este factor, y no el económico, es el que amenaza con convertir a la antigua URSS en el epicentro de oleadas de nuevos refugiados en busca de hogar en Europa occidental. En el caso de Georgia, afirma, los conflictos étnicos ya han provocado unos 200.000 desplazados, que en su mayoría están instalados en Tbilisi, la capital."Son Estados con grandes potencialidades en recursos económicos y humanos, pero quieren construir Estados democráticos y no saben cómo hacerlo", explica al subrayar que la falta de formación se refleja en "el contenido incluso cándido" de las numerosas preguntas que se plantean en los seminarios. "No sólo tienen dudas sobre cómo articular los derechos humanos o el estatuto del refugiado en sus constituciones, sino que desconocen el largo proceso histórico que ha producido estos conceptos", dice. "Es como si no hubiesen pasado las etapas que han fraguado el Estado moderno", añade.

Para esta representante del ACNUR, la comunidad internacional debe superar la "resistencia a prestar ayuda antes de que estallen los conflictos ofreciendo consejo, formación e incluso su poder de mediación". "En Georgia, por ejemplo, las autoridades han solicitado ayuda para resolver los dilemas planteados por su deseo a aceptar el regreso a su territorio de los 400.000 integrantes de la comunidad musulmana de los mesjetios que fueron desplazados por la limpieza étnica de Stalin a las repúblicas de Uzbekistán y Tayikistán", explica. "Su temor es que el tradicional enfrentamiento entre musulmanes y armenios, que ahora ocupan las antiguas tierras de los mesjetios, provoque una nueva Bosnia", añade.

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